Investigación Médica
Una española entre las científicas más prometedoras del mundo
Biola Javierre se lamenta de la falta de ayudas en España: «Hacemos malabares para llegar a fin de mes»
La española Biola María Javierre tuvo claro desde pequeña que quería ser científica y este jueves su carrera recibió un nuevo impulso al ser reconocida por la Fundación L’Oréal y la Unesco como una de las investigadoras jóvenes más prometedoras del mundo.
El mérito se lo debe al desarrollo de una técnica que permite saber cuáles son las secuencias que regulan la actividad de cada gen en cada tipo celular, lo que ella define «como unos enchufes que deciden qué gen se va a encender y cuál se va a apagar».
Entender esa interacción entre el gen y la secuencia reguladora, según explica a Efe antes de la ceremonia de entrega del premio en París, puede contribuir a abrir la puerta a tratamientos más eficaces, personalizados y con menos secuelas contra el cáncer.
Concretamente, contra la leucemia linfoblástica aguda infantil, el cáncer pediátrico más común en las sociedades desarrolladas, y en el que ella está centrada como jefa de grupo en el Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras (IJC).
Javierre (Huesca, 1983) lidera un equipo compuesto por otros dos científicos y una científica y asegura que su interés por la ciencia es «vocacional» y fomentado por las tardes que pasó en el laboratorio de su colegio mientras su padre, profesor, acababa su jornada.
Licenciada en Biología y Bioquímica por la Universidad de Navarra y doctora en Biología Molecular por la Autónoma de Madrid, su currículum incluye una etapa posdoctoral en el Babraham Institute, centro asociado a la Universidad de Cambridge.
«La decisión de volver (a España) a un futuro totalmente incierto y económicamente no muy bien reconocido fue personal, pero en la vida hay muchas más cosas que investigar», sostiene.
Su reconocimiento en el programa «L’Oréal-Unesco For Women in Science» la incluye como joven promesa entre otras 14 premiadas y aporta una beca de 15.000 euros, una formación específica y un factor extra clave: visibilidad.
«Las mujeres tenemos muy poca visibilidad. El problema no es la ciencia y la mujer; es la mujer, y este programa me está mostrando ante mis colegas a nivel mundial», añade Javierre, que aprovecha el foco mediático para denunciar la falta de financiación de su sector.
En España, subraya, no tienen «ni siquiera lo mínimo para poder trabajar. Hacemos malabares para llegar a fin de mes, para poder pagar a nuestra gente, pero esto empieza a ser insostenible. Hemos vuelto, pero al final van a hacer que nos volvamos a marchar».
Como madre de dos niños pequeños, ella añade a esa dificultad la conciliación: «Muchas veces los duermo con el portátil. Una en la cuna, el otro en la camita, y yo en el suelo con el portátil, intentando trabajar pero también compartir ese momento con ellos».
«El sistema no es compatible», lamenta la premiada, quinta española en haber sido becada en los 21 años de historia del programa.
Su distinción se enmarca en la XXI edición de los Premios L’Oréal Unesco a las mujeres en la ciencia, que además de apoyar a jóvenes como ella recompensa con 100.000 euros a otras cinco científicas de reconocida trayectoria, una en cada continente. EFE
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