Adiós, mafioso nuestro

No está muy claro si James Gandolfini, alias Tony Soprano, acabará en el cielo por su arrolladora personalidad, y como dicen de él, su profundidad y energía, o al contrario, acabe en el infierno como el mafioso más malvado de la televisión. Al conocerse la noticia de la repentina muerte del protagonista de la serie Los Soprano su comunidad, Hollywood, ha decidido rendirle tributo en las redes sociales aprovechando su inmediatez. Su amiga, Susan Sarandon, ha dicho en su cuenta de Twitter: «estoy muy triste por perder a James Gandolfini. Uno de los mas dulces, divertidos y generosos actores con los que he trabajado. Mis oraciones están con su familia». Patricia Arquette, con quien trabajo en «True Romance», ha declarado que «era un intérprete maravilloso. Es una enorme perdida». Otro de los que se ha pronunciado ha sido el británico Ewan McGregor: «Jesús. El mundo ha perdido a uno de los mejores actores. Pensamientos para su familia. Tenia mucho talento. Estoy lleno de tristeza», escribió.

Muerte en Roma

El actor cambió la televisión moderna gracias a su impecable encarnación de Tony Soprano, un personaje de leyenda. James Gandolfini murió este miércoles a los 51 años de edad en Roma. Según los médicos, una parada cardio respiratoria fue la causa, aunque aún deben pasar 24 horas antes de poder hacer la autopsia. Gandolfini probablemente falleció de un ataque al corazón de acuerdo con el jefe del departamento de emergencias del hospital de Roma a donde fue llevado el actor, Claudio Modini. Su cuerpo se transfirió a la morgue del Policlínico Umberto I durante las primeras horas de ayer. El personal de la ambulancia que lo trasladó al hospital intentó reanimarlo en el mismo hotel donde se encontraba hospedado, pero ya no había nada que hacer. Antes de que las autoridades italianas entreguen sus restos para su traslado a Estados Unidos, la embajada estadounidense en Roma debe emitir un certificado de fallecimiento.

Horas antes de su muerte, Gandolfini confesó al cineasta italiano Mario Sesti por teléfono, lo mucho que le gustaba Italia. Al parecer, se dirigía a Taormina, en Sicilia, un pintoresco pueblo lleno de arquitectura histórica enclavado entre verdes colinas y aguas turquesas del Mar Mediterráneo donde iba a recibir un premio en un festival de cine local. Sesti, que dirige el certámen, esperaba la llegada de Gandolfini este viernes. «Era el actor que mejor representaba la cultura italiano-estadounidense en sus interpretaciones con todos sus ricos contrastes, ambiciones, dolor, humor», dijo Sesti.

Gandolfini fue nominado a seis premios Emmy en la categoría de Mejor Actor en serie dramática, de los que ganó tres (2000, 2001 y 2003) y, además, un Globo de oro por su trabajo como Tony Soprano, un atribulado jefe mafioso de Nueva Jersey. La serie se transmitió desde 1999 hasta el 2007 y fue uno de los mayores éxitos logrados por una cadena de televisión por cable. No sólo se hizo enormemente popular entre el público, sino que se ganó el favor de la crítica y de sus compañeros de profesión. En la serie, encarnaba al jefe de una familia mafiosa que abrumado por la violencia y los engaños que exigía su estilo de vida, termina buscando ayuda psiquiátrica, sin abandonar los negocios que le causaban angustia. La serie supuso una ruptura en la televisión de aquel país, precursora de otras series en las que el protagonista es de dudosa moralidad. Según la revista «Variety» Gandolfini dio lo mejor de si mismo a Tony Soprano: «Fue la interpretación de su vida. Hizo muchos trabajos antes y después, pero siempre será recordado por ese».

Pero el enorme James, al que David Chase, creador de la serie, le espetó que «eres como Mozart», estudió arte y comunicaciones, pero su apariencia le acabó consiguiendo trabajo como portero de discoteca y camarero. Al principio se atrevió con los teatros de Nueva York y debutó en Broadway en 1992 en el montaje de «Un tranvía llamado deseo» al lado de Jessica Lange y Alec Baldwin. Fue a los 32 años cuando debuta en el cine y desde entonces no ha parado dejando 37 películas a sus espaldas. Uno de sus papeles más recientes fue en «La noche más oscura» y tenía planes con la misma productora que le llevó al estrellato. Preparaba dos nuevos proyectos, entre ellos la serie «Criminal Justice» –en la que ostentaría el protagonismo de este «remake» de una serie británica–, acababa de estrenar «Violet & Daisy», en la que tenía también un papel predominante y había terminado de rodar «Animal Rescue», junto a Noomi Rapace y Tom Hardy. La propia cadena se ha unido al pésame de compañeros y familia emitiendo un emotivo comunicado. «Estamos todos perplejos y sentimos una gran tristeza por la pérdida de alguien que es parte de nuestra familia», explicó la cadena televisiva. «Era un hombre especial, con un gran talento, pero lo más importante es que era una persona generosa y cariñosa con cualquiera, trataba a todo el mundo con el mismo respeto».