Televisión
Asunta, caso abierto
Antena 3 estrena hoy en horario «prime time» «Lo que la verdad esconde», la primera incursión de una televisión en abierto en el género «true crime»
«Soy de Noya, a unos 38 kilómetros de Santiago. Cuando se empezaron a conocer las circunstancias del asesinato de Asunta, mi hermana que vive allí, me dijo que los niños preguntaban a los orientadores escolares si sus padres podían asesinarlos», explica Ramón Campos, uno de los productores ejecutivos de «Lo que la verdad esconde: el caso Asunta».
«Soy de Noya, a unos 38 kilómetros de Santiago. Cuando se empezaron a conocer las circunstancias del asesinato de Asunta, mi hermana que vive allí, me dijo que los niños preguntaban a los orientadores escolares si sus padres podían asesinarlos», explica Ramón Campos, uno de los productores ejecutivos de «Lo que la verdad esconde: el caso Asunta», que se estrena hoy en Antena 3 en horario «prime time». Esta duda espeluznante que plantearon los menores fue el detonante que pondría en marcha la maquinaria de Atresmedia Televisión para armar esta producción propia, de tres episodios, que se adentra en la tupida telaraña de este crimen. La cadena es consciente de que se han saltado la ortodoxia televisiva al programar en horario estelar un género desconocido para el público español como el «true crime», que en Estados Unidos goza de un sobresaliente estado de salud gracias a títulos como «Making a Murderer». «Asumimos que somos atrevidos porque es un formato innovador sobre un caso muy mediático que para contarlo bien era necesario dejarlo reposar. Pero el que no arriesga no gana», afirma Carmen Ferreiro, la directora de programas de entretenimiento de Atresmedia TV.
Austeridad narrativa
A través de una realización austera, seca, sin voz en off que guíe al espectador, «Lo que la verdad esconde» es un viaje emocional al lado más oscuro y sórdido del ser humano . Se suceden los testimonios que destilan hiel por lo que ocurrió, cómo sucedió y, sobre todo, la causa desencadenante. «No sé por que había en el cuerpo de mi hija lorazepam, quiero estar con ella», explica Rosario Porto al otro lado de la línea telefónica del penal de Teixeiro. Campos logró lo que parecía una quimera: hablar con la mujer que adoptó a Asunta y que fue condenada a 18 años de cárcel, junto a su exesposo, Francisco Basterra, como coautores del asesinato de la niña. Esta frase forma parte de una entrevista exclusiva que Campos le hizo durante cinco llamadas telefónicas. «Solicitamos un encuentro sin cuestionario previo pero no se nos concedió. Es increíble que Instituciones Penitenciarias no permita a ningún periodista entrar en una prisión para hablar con un encarcelado. Gracias a su abogado pudimos hacerlo. Lo primero que dijo Porto fue: «Soy consciente de que me estáis grabando», relata Campos. En el caso de Basterra, la comunicación fue a través de la correspondencia. Son cartas que no transmiten ningún sentimiento de culpa y sí de incredulidad por verse donde está. Con estas declaraciones no se busca ni el sensacionalismo ni que el espectador empatice con ellos, pero sí que es verdad que son los poseedores de la única pieza que complete este tétrico puzzle.
«Por fortuna la cadena no tenía prisa, nos dio tiempo. En principio iba a ser un rodaje de cuatro meses que se alargó hasta un año porque la investigación se convirtió en un monstruo en permanente metamorfosis», explica Campos. Hay que tener en cuenta que no era un crimen que se produjo en una gran ciudad. En Santiago todos conocían a la familia. Es una herida que todavía permanece abierta y, a poco que se la roce, vuelve a sangrar. Así, no era fácil planificar el rodaje. Cuando se lograba que uno de los miembros de jurado popular hablase, a los pocos días cancelaba la entrevista «porque no quería recordar el nivel de ansiedad que sufrió esos días. Algunos todavía se están medicando», apunta el director de «Lo que la verdad esconde: el ‘‘caso Asunta’’», Elías León. Pero insistieron y lograron entrevistar a más de cien personas entre agentes de la Guardia Civil, el forense, el juez instructor, José Antonio Vázquez Taín –«al que visitamos seis veces porque teníamos nuevos datos»–, los abogados que se encargaron del caso, las profesoras de la niña y amigos de la familia. «En ocasiones sentí miedo porque aunque soy periodista, me impuso bastante la repercusión negativa que tuvo lo que ocurrió en tantas personas y en la imposibilidad de pasar página», comenta la investigadora Ana Sanmartín. También se aportan documentos gráficos inéditos como fotografías y vídeos. Y no faltan preguntas para las que todavía no se ha dado una respuesta: ¿por qué no testificó en el juicio el amante casado de Rosario Porto con el que retomó la relación el día antes de la muerte de la niña?
El vacío de la ausencia
Uno de los momentos que puede provocar más zozobra anímica al espectador es ver la casa donde vivía Asunta con su madre. «Fue un momento muy especial. Parte de los miembros del equipo se quedaron en la puerta, mientras otros entraron para grabar. Queríamos captar el vacío que existe allí y la incertidumbre por no saber lo que ocurrió», comenta Campos. Tanto Ferreira como el productor comentan que con este programa no pretenden «ni cuestionar la investigación ni el veredicto judicial, ni, por supuesto, reabrir el caso. Los culpables están encarcelados».
✕
Accede a tu cuenta para comentar