EFE: 75 años de «marca España»

«Ua noticia no es noticia hasta que la publica EFE». Durante años, y los que quedan, ésta ha sido una de las frases más pronunciadas por los periodistas, lo que sin duda es el mejor piropo que se puede recibir la agencia, que justo ayer cumplió 75 años de existencia. «Esta casa siempre ha sido muy escrupulosa en el tratamiento de las noticias. Nunca se ha publicado cualquier cosa. Las informaciones siempre tienen que estar contrastada por, al menos, tres fuentes –a no ser que sea una exclusiva, evidentemente– y siempre bajo los criterios del rigor y de la inmediatez», afirma José Antono Vera, presidente de la agencia EFE.

Sus principios fueron humildes. Una pequeña agencia local veía la luz en 1939. Cuatro radiografistas recibían en Madrid la información que después redactaban. La distribuía un ciclista a los periódicos y emisoras de la ciudad. Esos fueron los cimientos. Nada que ver con la agencia de 2014 –que tiene una plantilla de tres mil profesionales de 60 nacionalidades que está presente en 120 países y 180 ciudades del mundo– y que se sirve de una sofisticada teconología en la que complejos mapas de bits transmiten instantáneamente noticias en diferentes formatos vía satélite e internet a todos los rincones del mundo.

Apertura internacional

La historia de EFE transcurre paralela a la de España. En los años 40 y 50 su crecimiento fue constante pero tímido hasta inciar la progresiva apertura internacional, que se inicia en 1955, tras la entrada de España en la ONU. Entre los objetivos prioritarios, Iberoamérica. Declarada en 1956 de «interés nacional» por el Estado español, diez años después , bajo el lema «el idoma nos une» se abrió al exterior y, como no podía ser de otra manera, su primera mirada se dirigió a Iberoamérica sin dejar de observar España. Se abrieron corresponsalías en todos los países del contienente con cuatro pilares: Buenos Aires, Caracas, Lima y México. Lo siguiente fue crear en 1972, junto a medios locales, la agencia Centroamericana de Noticias (ACAN) con sede en Panamá y suma y sigue... EFE se consolidó como la primera agencia de noticias en español y la cuarta del mundo. La penúltima iniciativa en ese sentido es la penetración en la órbita informativa de la población latina en Estados Unidos y sin olvidar el primigenio objetivo: ser la punta de lanza para potenciar el castellano en todo el mundo. «Ya somos la agencia de referencia en nuestro idioma, pero queremos potenciarlo aún más. buscamos tener más presencia en Estados Unidos, el segundo país del mundo con más hispanohablantes, con más de 50 millones de personas, por lo que es un área muy pujante que nos interesa mucho porque tiene mucha fuerza y relevancia. También hemos creado un servicio de portugués para Brasil, agencias nacionales en República Dominicana, Colombia... Ambicionamos a tener una cuota de mercado en América del 20 por ciento en los dos próximos años», subraya Vera, al tiempo que no se olvida de una asignatura pendiente en la que ya se está trabajando: extenderse en el continente asiático –donde tiene corresponsalías desde 1963– «una aventura en la que habrá que pelear con grandes competidores».

En el ámbito doméstico, EFE ha informado de todos los acontecimientos políticos, sociales, económicos, culturales y deportivos de España durante más de siete décadas. La prueba de la madurez técnica fue la capacidad de ofrecer la cobertura que, en 1982, pusieron a España en el primer plano informativo: el Mundial de Fútbol, las elecciones generales que ganó por primera vez el PSOE con mayoría absoluta y la visita del Santo Padre, Juan Pablo II. En los mundiales la agencia transmitía cada diez minutos informaciones sobre el desarrollo de los partidos en los que jugaban países americanos, lo que fue un antecedente de los actuales «minuto a minuto» de las páginas web de internet. Aunque fue sin duda en 1981, cuando EFE tuvo un protagonismo inesperado. Durante el intento del golpe de Estado de Tejero, dos profesionales de la casa, Manuel Barriopedro y Manuel Hernández de León, no pararon de disparar sus cámaras mientras Tejero irrumpía en el Congreso. Pocas horas después, sus instantáneas fueron las portadas de los principales diarios del mundo. Lo excepcional, ya era un hábito para los españoles, que vivieron reflejada la reciente historia española en miles de fotografías y crónicas. «Efe está en el imaginario colectivo, ya que ha ofrecido una crónica puntual de todo lo que ha sucedido en España en los últimos 75 años, todo el camino que se recorrió hasta la democracia, el pasado reciente... ha sido un testigo excepcional, que ha crecido con nuestro país», subraya Vera.

Presente multimedia

El presente es multimedia. Además de las crónicas escritas y fotográficas –su archivo es el más grande en español, con 15 millones de imágene–, Efe tiene servicios radiofónicos desde 1980, abrió corresponsalías de televisión en España y otros países en 1982– y ofreció en exclusiva imágenes del derrocamiento del derrocamiento de Nicolae Ceaucescu en 1989, la primera crónica televisiva que llegó a España del golpe de estado de la Unión Soviética en 1991 o la primicia de las primeras imágenes del atentado de Aluche, en octubre de ese mismo año, además de la cobertura de la Guerra del Golfo.En la actualidad, distribuye 90.000 informaciones anuales en todos los formatos y en tres idiomas: español, inglés y portugués.

Con internet y las redes sociales casi en el centro de gravedad del flujo informativo, Efe tiene servicios especializados de contenidos en sitios web como Euroefe, Efesalud, Efeverde, Efeestilo, Efeempresas, Efefuturo, Efemotor y Efetur. «Se está haciendo un gran esfuerzo. Es una certeza que o estás en internet o no existes, pero hay que hacerlo con propuestas informativas avaladas por el prestigio de la agencia, que además sean productos diferentes y diferenciados y que sean complementarios en un mundo global como este», apunta Vera, que subraya que el principal patrimonio de la agencia es su capital humano. «Las agencias son la primera escuela, tendrían que ser un paso obligatorio para cualquier periodista, por la agilidad, la inmediatez, el nivel de exigencia... El éxito de Efe es producto de un trabajo colectivo y, en la mayoría de las ocasiones anónimo, ya que raramente los profesionales de la casa se firman sus crónicas», concluye.