Estreno

El apocalipsis según Steven Spielberg

Noah Wyle, el protagonista de la serie
Noah Wyle, el protagonista de la serielarazon

Quedan ya muy atrás aquellos años en los que Spielberg tenía esa visión beatífica de los extraterrestres que ofreció tanto en «Encuentros en la tercera fase» como en «E. T., el extraterrestre». Con «Falling Skies» –cuya tercera temporada se estrena mañana en TNT en horario «prime time», pocos días después de su emisión en Estados Unidos–, el cineasta por fin se atreve a mostrar el lado oscuro de los alienígenas, algo que ha sido aplaudido por la audiencia estadounidense, ya que tiene una media de 6.400.000 espectadores por temporada, unos datos nada despreciables si se tiene en cuenta de que se emite por cable.

Efectos especiales

El planteamiento visual, como no podría ser de otra manera, es apocalíptico, y no falta una de las marcas de la casa de Spielberg: unos sofisticados efectos especiales. La serie arrancó con la invasión colosal por parte de unos extraterrestres que exterminaron al 90 por ciento de la población. Los supervivientes intentan sobrevivir como pueden y unos pocos se organizan en un movimiento de resistencia liderado por un profesor de Historia que intenta conseguir información sobre las tácticas de los alienígenas con el fin de volverlos en su contra.

En unos tiempos en los que se comenta que las series de ciencia ficción ya no tienen recorrido, «Falling Skies» demuestra que todavía se pueden dar varias vueltas de tuerca a un género que es una de las joyas de las producciones, tanto cinematográfica como televisiva. Así lo reconoce su protagonista, Noah Wyle («Urgencias»): «En esta tercera temporada priorizamos la ciencia ficción, pero los guionistas también cuidan las historias personales de los personajes, sus emociones, además de potenciar la rivalidades que hay entre los alienígenas, con una especie detrás de otra intentando aniquilar a la humanidad».

La tercera temporada arranca con el protagonista, Tom Mason, que ha sido nombrado presidente del Nuevo Estados Unidos, quien tiene la convicción de que no se puede contemporizar con los invasores. Lo siguiente es aliarse con los «Skitters» rebeldes –que tienen la apariencia de arácnidos y una gran fuerza y agilidad– aunque no se fíe demasiado de ellos. También tiene otro frente abierto: ante la sucesión de bajas en su bando, cree que puede haber un espía que le esté dando información al enemigo.

Los nuevos alicientes pasan por saber qué nuevas armas desarrollarán los extraterrestres y hasta donde llegará el control mental al que someten a algunos humanos.

Al reparto se incorpora Robert Sean Leonard –uno de los confidentes de House en la serie del mismo título–, quien no abandona la bata blanca, ya que interpreta a un científico, tan brillante como obsesivo, que intentará desarrollar un proyecto para despojar a los alienígenas de su energía y potencial obsesivo.