Medios de Comunicación

El resurgir de la tertulia política

La situación económica y la incertidumbre ciudadana reavivan el género

«El debate de La 1»
«El debate de La 1»larazon

Fue José Luis Balbín quien presentó el género a los españoles con «La clave» –era el único programa de debate en directo de TVE–y desde aquel plató, una generación comenzó a abandonar su letargo ideólogico para implicarse y juzgar en libertad la política y aquel sistema democrático que se vislumbraba al final del oscuro túnel de la dictadura. Casi cuatro décadas después, el género vive una edad dorada en televisión, avivado por una actualidad en la que los ciudadanos demandan una mirada profunda y analítica. «La situación del país provoca que el espectador tenga una mayor necesidad de información y, al mismo tiempo, un gran desconcierto. Esto genera un inusitado interés por la actualidad informativa más allá de la noticia», explica Mario López, director de antena de laSexta. Los datos avalan el éxito de estos formatos: «La Sexta Noche», última incorporación entre los canales generalistas, ha incrementado su audiencia desde su debut –del 7,7% de «share» y 1.188.000 espectadores que marcó en su estreno, el sábado pasado subió su cuota una décima y elevó el número de seguidores hasta rozar 1.220.000– y araña audiencia a «El gran debate» de Telecinco, que en su última emisión fue visto por 2.080.000 personas y marcó un 15,2%. Asimismo, la puesta de largo de Antonio Jiménez el lunes en 13TV logró récord histórico para la cadena –con 823.000 espectadores y un 4,2% de «share»–. «La inquietud del ciudadano es muy diferente ahora que hace unos años. Con esta premisa, cada canal elabora su tertulia con un estilo propio», subraya López.

Similar a los seriales

Así, en esta época de incertidumbre económica, en las parrillas de programación prolifera la tertulia política –bien sea como complemento a los magacines o como programa independiente– y el género ocupa buena parte de la oferta informativa de las cadenas, tanto en la mañana como el «prime time», donde se ha convertido en una alternativa exitosa a la ficción, el contenido predilecto del horario estelar. Para Ricardo Ruiz de la Serna, profesor de Técnicas de la Propaganda y de la Comunicación Política en la Universidad Ceu San Pablo, «la tertulia plantea temas que el espectador puede debatir en casa y que se pueden discutir mientras todos ven la televisión». Sin embargo, afirma que el género también tiene «algo de serial, porque se comenta el "último capítulo"de la actualidad y te permite engancharte en cualquier momento, desconectar, reengancharte...».

Al margen de los atractivos que ofrece el formato, la crisis parece un elemento ineludible a la hora de explicar este resurgimiento, no sólo por protagonizar el contenido de muchos de los debates, sino porque constituye uno de los factores que juegan a favor de la proliferación del género, ya que, por lo general, resulta asequible. «La rentabilidad depende de muchos factores, pero es un tipo de programa que permite controlar mejor los costes», asegura Ruiz. El director de antena de laSexta matiza: «Hay que distinguir entre lo que puede ser un debate de radio televisada y los de alta gama. El género es más que unos contertulios y una mesa. Sí es cierto que no es un formato especialmente caro, pero la cuestión económica no es la principal motivación, en televisión tienes que hacer algo porque crees en ello», explica.

La multiplicidad de canales con la TDT también explica parte del éxito de la tertulia, ya que permite llenar horas de programación con pocos recursos. Sin embargo, por su notoriedad y alcance actual, la idea del debate ha trascendido, especialmente en los canales generalistas y, gracias a la integración de las redes sociales, el «feed back» con el espectador exige calidad e introducirlos en la materia –en cuanto a «share social «La Sexta Noche» generó 5.503 comentarios más que «El gran debate» de Telecinco–. «Es un elemento más que retroalimenta la relación con la comunidad de internautas», destaca López.