Eurovisión
El salvador de Portugal
La popularidad del eurovisivo Sobral es imparable, su tema ya tiene versión en inglés y es alabado por Veloso.
La popularidad del eurovisivo Sobral es imparable, su tema ya tiene versión en inglés y es alabado por Veloso.
Manchada por polémicas que entretienen al público Eurovisión es, además de la fiesta del pop sin pretensiones, un excelente escaparate de la relación amor-odio entre países. La 62 edición no solo estuvo marcada por las sorpresas –o las que no lo fueron tanto– sino también por todas las polémicas y anécdotas que caducaron este sábado ensombrecidas por una actuación que brilló sin parafernalias y también sin errores con una canción en portugués alejada de tópicos eurovisivos y escasa de grandes efectos visuales. Porque como bien dijo el ganador Salvador Sobral en su breve pero certero discurso tras el triunfo: «La música no son fuegos artificiales, la música es sentimiento». Y a fin de cuentas eso es él, música. Un acto de coherencia artística y valiosas lecciones en una fiesta en la que el «bicho raro» era él. Y era, porque considerado todo un «héroe nacional», una multitud le recibió en el aeropuerto de Lisboa con flores, banderas y numerosas pancartas, al son de la canción ganadora.
Las dos caras de la moneda
Y es que somos, y seremos, la antítesis a Portugal en nuestra imperiosa búsqueda del espectáculo televisivo por encima del triunfo musical. Y a pesar de que las redes se inundaron de memes y críticas, el resultado en términos de audiencias parece haber reflejado el mismo interés que despertó en su día la elección del representante español que, a excepción del momento «gallo», no ha dado para más. El Festival congregó a un 28,6% de cuota de pantalla, lo que supone 4.474.000 espectadores pendientes del gran evento anual en términos musicales. Un dato a simple vista envidiable pero que si se compara con años anteriores se convierte en la gala menos vista de los últimos 10 años tanto en cuota como en espectadores. Porque la de este año ha sido una audienca acorde a la intrascendente versión «Spanglish» de Navarro. ¿Dónde se ha quedado aquel 80,4% que obtuvo Rosa «de España» con el legendario «Europe Living a Celebration» que jamás caerá en el olvido? Manel no hizo historia en Eurovisión y nosotros no nos reconocemos en la letra. Orgullosos pueden estar los lusitanos. Si piensan que solo Europa se ha quedado fascinada con la interpretación del portugués, se equivocan. Hasta el propio Caetano Veloso, un tótem de la música brasileña, dejó un mensaje en su página oficial de Facebook para brindar su apoyo a Sobral que consiguió la primera victoria eurovisiva para Portugal y registró una audiencia media de 14,5% y un 32,5 % de cuota. Y ahí no queda la cosa, porque el ganador del Festival en el año 2009, Alexander Rybak, ha hecho ya una versión en inglés que, con 650 mil visualizaciones en menos de 24 horas, ya es todo un éxito en Youtube.
Atras quedaron aquellos años en los que Sobral pasaba desapercibido en su país y podía disfrutar de una serenidad de la que hace gala y que también necesita. Porque ahora su popularidad se sitúa a la altura de cualquier vitoreado futbolista y su faceta profesional se está extendiendo por todo el continente a la velocidad de la luz. Tanto, que todas las entradas para sus próximos conciertos aparecen como «agotadas». Y tanto más que aquellas entradas que en su día se vendieron al módico precio de 8 euros se pueden adquirir en reventa por la suma de 50.
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