Crisis migratoria en Europa

La dignidad de los perseguidos

Cristina López Schlichting conduce y presenta «En ruta: cristianos en Irak», que el domingo emite 13TV en horario «prime time»

Cristina López Schlishting, durante la entrevista al padre Douglas Bazi
Cristina López Schlishting, durante la entrevista al padre Douglas Bazilarazon

Cristina López Schlichting conduce y presenta «En ruta: cristianos en Irak», que el domingo emite 13TV en horario «prime time»

Si la Fundación del Español Urgente eligió «refugiados» como la palabra de 2015, hay otra que no cabe desdeñar: «éxodo». Eso es lo que están viviendo miles de cristianos en Irak, donde más de 120.000 están desplazados de la llanura de Ninive, donde abundaban iglesias caldeo católicas, para recalar en Erbil, una ciudad situada en el Kurdistán iraquí, donde llegan desde agosto de 2014 huyendo de las amenazas y el sometimiento al Estado Islámico. Para hacerse una idea: en Irak, en los años 90, había más de un millón y medio de cristianos; ahora, después de que el ISIS se haya hecho con el país, quedan poco más de 120.000 y la cifra sigue bajando. 13TV, de la mano de Cristina López Schlichting y con el apoyo de la Ayuda por la Iglesia Necesitada, ha realizado un reportaje apasionante titulado «En ruta: Cristianos en Irak», que la cadena estrenará este domingo en horario «prime time». En él, la periodista, junto a un equipo técnico, se traslada al Kurdistán iraquí. «Los desplazados son abogados, médicos o funcionarios, que ahora se encuentran en contenedores industriales en los que la iglesia de Kurdistán está intentando hacer una existencia más agradable, ya que se han habilitado algunos de los contenedores de los que te hablaba para que sean escuelas, peluquerías o comedores», comenta Cristina López Schlichting. La periodista y colaboradora de LA RAZÓN explica el drama previo: donde antes había comunidades en las que convivían personas de todos los credos religiosos, con una relación ejemplar con los árabes, de repente se convirtió –como sucedió en la Alemania nazi con los judíos– en un territorio hostil, donde los cristianos vivían aterrorizados por los propios vecinos, que renegaban de ellos y les decían que se tenían que ir dejando atrás media vida. López Schichting ni quiere ni puede obviar que, por orden del ISIS, «estaban obligados a pagar unos impuestos mensuales que superaban los 8.000 euros, una cifra inasumible; la disyuntiva estaba clara: o se iban o les mataban».

El equipo de 13TV logró contactar con una de las luces espirituales de la zona: el padre Douglas Bazi, un sacerdote iraquí que mantiene viva la memoria del genocidio cristiano que está viendo un día sí y otro también. Su testimonio de vida es una de las piezas angulares del programa. Sin que él le dé importancia, ha pagado una dura factura por su fe: fue víctima de los ataques bomba –en uno de ellos fue destruida su iglesia–, tiroteado y secuestrado. Permaneció 9 días en una especie de celda en condiciones infrahumanas. Ha canalizado esos hechos traumáticos convirtiéndolos en un testimonio vivo y palpitante de una realidad que comparte con otros cristianos, a los que socorre y apoya en la certeza de que es conocedor en primera persona de su sufrimiento. Su parroquia siempre está abierta para acoger a los perseguidos. «Procura una serenidad a sus parroquianos que sólo te la puede dar el Señor. Él me dijo: ‘En medio de este terror educamos a los cristianos en el perdón, cuando en verdad les entregamos al martirio’. Es una reflexión digna de valorar porque es así. No hay rencor en estos cristianos, pero tampoco hay una actitud pasiva. Defienden su fe con su propia presencia y sus testimonios», explica.

Entre los testimonios que el equipo ha logrado en exclusiva son las declaraciones de Aída, la madre de una niña de cuatro años que fue secuestrada por los terroristas. Sus declaraciones transmiten la impotencia y la angustia que vive a la espera de que sea liberada. Otras de las declaraciones más sentidas son las de una pequeña, Miriam, de 9 años, que explicó por internet que perdonaba a los que habían secuestrado a su familia.