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Los piratas, al abordaje de la audiencia

Uno de los momentos de lucha de una serie con afán realista
Uno de los momentos de lucha de una serie con afán realistalarazon

TNT estrena la segunda temporada de «Black Sails».

Ese depredador de las taquillas cinematográficas que responde al nombre de Michael Bay –suya es la saga de «Transformers» y «Armageddon»–, tenía claro que su incursión en la televisión habría de saldarse con otro éxito, aunque su calidad fuese discutible. Para ello siguió punto por punto su concepto de superproducción –mucha acción, unas tramas accesibles y un ritmo endiablado– y se lanzó a la aventura con una serie de piratas: «Black Sails», cuya segunda temporada estrena hoy el canal de pago TNT en horario «prime time».

Producción a lo grande

A Bay le salió bien la jugada porque la produjo a lo grande. Algunos datos: la serie se filma en «Cape Town Film Studios», en la Ciudad del Cabo en Sudáfrica, y para la construcción de los barcos se contó con más de trescientos trabajadores. El primer episodio se convirtió en una alegría para el canal estadounidense Starz, ya que fue visto por 2,6 millones de espectadores y culminó su primera temporada con una media de 760.000 televidentes. Ésta es una una cifra notable para la modesta Starz, por lo que no tardó en anunciar su renovación para una segunda temporada.

Hay que reconocer que Michael Bay ha armado bien el producto para atraer a la audiencia de masas. Para empezar recuperó las aventuras de los piratas para la pequeña pantalla, un territorio que aún era virgen, ya que ninguna cadena había apostado por este género. A eso hay que añadir que la historia es una precuela del clásico de la literatura «La isla del tesoro», de Robert Louis Stevenson. La serie recupera al personaje de John Silver en su juventud como aprendiz de pirata, labor en la que ya apunta maneras. En esta segunda temporada, la tripulación del Walrus –la recreación de las embarcaciones es de lo mejorcito de la serie– se encuentra en tierra, lo que no quiere decir que precisamente se estén quietos, ya que pretenden el tesoro de Urca, algo que no se lo pondrá fácil el Ejército español. Por ello, se impone una alianza. En una trama paralela el espectador se sumergirá en las intrigas que presiden la isla de Nasssu, donde Eleanor Gurthie (interpretada por Hannah New, «El tiempo entre costuras») intenta controlar el territorio frente a las amenazas de un sádico llamado Ned Low para el que la violencia no es el último recurso sino un medio de diversión.

Si algo distingue a «Black Sails», como por otra parte ocurre con otras series de Startz, es que los creadores pueden tener algunas licencias, que las televisiones generalistas no se permiten. En esta producción abundan los momentos de sexo y violencia. La intención es mostrar cómo se comportaban los piratas con toda su crudeza implorando a que las escenas responden a un claro intento de rodar la serie con el mayor realismo posible.