«Se ha hecho demagogia con la crisis»

Las dosis de timidez las llevan puestas de casa. Ayer Raquel del Rosario, David Feito y Juan Suárez añadieron un puñado de prudencia. Esa que les ha permitido vender más de 400.000 ejemplares de sus cuatro álbumes y dar un paso adelante cuando Warner y RTVE pensaron en ellos como candidatos de nuestro país en el próximo festival de Eurovisión. El destino: la ciudad sueca de Malmö el próximo mes de mayo. ¿El equipaje? «De momento ya tenemos tres canciones y media para que el público pueda escoger», comenta Juan sobre las propuestas, entre las que habrá al menos un tema lento, un medio tiempo y otro rápido. Todo, con el sello del grupo, esto es, pop efectivo, rock dulzón y algo celta. «Gaitas habrá –dicen los expertos que les gustan a quienes votan en Eurovisión–, pero no queremos meterlas con calzador», apostilla David sobre unas canciones que se someterán al veredicto de un jurado y el voto de la audiencia en una gala que se celebrará ya en 2013.

Se sabían elegidos desde hace casi un mes, cuando David recibió una llamada de su mánager: «En un año tan complicado en el que muchas de las llamadas han sido para comunicar que se suspendía un acto o que un proyecto teníamos que sacarlo adelante con menos presupuesto, la propuesta parecía atractiva. Y decidí ser yo quien se lo dijera a mis compañeros».

Desde entonces, silencio absoluto y encierro en el estudio para comenzar a pensar y grabar posibles temas. «Cuando comenzaron los rumores, la gente me comenzó a preguntar en Twitter y yo intentaba despejar como podía, porque soy muy activa en las redes sociales y les parecía raro que no me pronunciara sobre el tema. Me tuve que hacer la sueca...», apunta Del Rosario. Ahora ya han podido comprobar cómo Eurovisión despierta filias y fobias. Nadie es indiferente. Ni en los corrillos de amigos ni en los de Facebook o en los foros. «Ya nos han dado cera, pero creo que también va a ser una oportunidad para darnos a conocer». Pero, ¿teme Raquel que cuando salten al escenario, algún que otro comentarista europeo la presente como la ex de Fernando Alonso? «Cuando estemos allí creo que nadie nos va a juzgar por nuestra vida privada, sino por nuestro trabajo, que es como hemos llegado hasta aquí», sentencia.

Nunca se habían planteado Eurovisión como meta. Tampoco como medio. «Pero ahora que estamos en ello, tenemos claro que hay quedar primerísimos. No nos gusta perder ni a las canicas», dice David.

¿Un festival oxidado?

«No sabemos si está oxidado o no, pero si es necesario, le echaremos grasa», bromea Raquel. Con países fuera del certamen como Portugal –adiós a 12 puntos seguros para España– o Eslovenia, y con el paso al frente dado por Grecia, El Sueño de Morfeo resta importancia a la participación de nuestro país dada la actual coyuntura económica. «Se ha hecho mucha demagogia con la crisis. Vamos de manera desinteresada al festival y si nuestra música puede ser un rayito de luz en medio de la desesperanza, estaremos satisfechos». No en vano, el festival cuesta diez veces menos que cualquier producción de ficción de RTVE y, además, es el programa de entretenimiento no deportivo más visto de nuestro país año tras año.

Concurso marca España

Tienen muy claro que es uno de los programas franquicias de la casa que también sirve para mostrar España al mundo. Así lo aseguró el director de programas de entretenimiento, Carlos Mochales: «Eurovisión es una marca de identidad nuestra y es una estrategia de cadena buena para que se mantengan las marcas que tenemos históricamente y que están asociadas a TVE». El grupo se promocionará en Europa con las siglas ESDM, ya que se considera que facilitará la identificación del grupo fuera de España.