«Soy fiel a mi estilo, España es ''heavy''»

Simplemente no se lo cree. Mientras la audiencia, a través de las redes sociales, daba por ganadores a Mayka o a Jorge, se coló en la fiesta un tapado: Rafa Blas, el «alumno» de David Bisbal, que se convirtió en el ganador de la primera edición de «La Voz», ante una audiencia media de 5.453.000 millones de espectadores y una cuota de pantalla del 37,3 por ciento. Ayer se presentó ante la Prensa junto a su «coach», Bisbal, casi sin tiempo para hacer balance. «He ganado pero tengo que seguir trabajando», afirmó con humildad, consciente de que ganar un concurso como «La voz» no garantiza una próspera trayectoria musical.

Sin concesiones

Rafa no va a hacer concesiones. Aunque en la gala final demostró que se atreve con otros registros, donde se siente más cómodo es en el «heavy». «Voy a ser fiel a mi estilo pero con buenas canciones; España es ''heavy''», declaró para después añadir que el grupo Iron Maiden es un referente en su carrera. El joven es muy consciente de la oportunidad que se le ha brindado, pero ante la grabación de su disco de debut con Universal Music prefiere tomarse las cosas con calma, aunque ya está seleccionando temas que de por sí no se consideran en un sentido riguroso «heavy» pero que sí encajan con sus características y con su planta en el escenario –Bisbal recordó que le eligió por la «fuerza que transmitía»– con esa larga melena «que no me pienso cortar, es mi sello».

Si se analiza la trayectoria de Rafa en el concurso, hay que decir que fue el que más sorprendió en la final. Era previsible que su versión de «The Show Must Go On», de Freddy Mercury, fuese notable, pero con lo que encandiló a la audiencia –algunos expertos apuntan que fue en ese momento cuando los votantes se empezaron a decantar por Rafa– fue con su dueto con David Bisbal cantando la popular canción de Mecano «Hijo de la luna». El almeriense decidió llevarla al terreno del joven, nada que ver con el almibarado original, «creía que de esa manera, no sólo demostraría su talento, también tendría una oportunidad para verle defender otro tipo de canciones». Y Bisbal acertó, tanto que ayer le pidió a Rafa que incluya el tema en su primer disco con la seguridad de que el miércoles no dejó indiferente a nadie.

Aunque no es cantante profesional, Rafa no es un advenedizo de la música. A los catorce años empezó a tocar la guitarra y a los veinte años inició clases de canto. Lo siguiente fue transitar de banda en banda siendo la voz solista, afición que compaginaba como albañil y celador. También es compositor. El joven ha llegado hasta aquí gracias a su talento pero, sobre todo, a su hermana, que fue la que llamó para inscribirle en el programa. Hace un año estaba en el paro y trabajaba en una orquesta en la que se fogueó en todos los géneros: bachata, boleros, pop... ahora es «la voz» de España, posicionado para convertirse en una estrella de la música.