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«Wayward Pines», la nueva ciudad del suspense

La inquietante y turbia serie de M. Night Shyamalan, estreno mundial este jueves en FOX

Tras unos años en los que el éxito le ha sido muy esquivo, la crítica estadounidense alaba el trabajo de Matt Dillon (en la imagen)
Tras unos años en los que el éxito le ha sido muy esquivo, la crítica estadounidense alaba el trabajo de Matt Dillon (en la imagen)larazon

La inquietante y turbia serie de M. Night Shyamalan, estreno mundial este jueves en FOX

Un ojo que se abre. Un hombre con la cara herida tirado en el suelo cubierto de hojas. Mueve sus manos buscando en los bolsillos de su traje sus pertenencias. No las encuentra. Cuando el plano se abre vemos al hombre tumbado junto a un riachuelo, en un bosque frondoso, al que no recuerda cómo ha llegado. Comienza a caminar en busca de una respuesta, una persona, algo que le lleve a recordar qué le ha llevado hasta allí. Llega a un pueblo cercano. Entra en un bar y la camarera le pregunta si está bien. Él, cansado, se limita a preguntarle dónde está. «En Wayward Pines, Idaho» contesta. «¿Idaho?» pregunta el hombre poco antes de desplomarse sobre el suelo.

Así arranca «Wayward Pines», el debut televisivo de M. Night Shyamalan, que FOX estrenará el próximo jueves 14 de mayo a nivel mundial, y que podremos ver en nuestro país a las 23h. La producción, formada por una única temporada de 10 episodios, es una adaptación de Chad Hodge del libro de Blake Crouch, «Pines». Es uno de los estrenos más importantes de la temporada 2014-2015, que ya apura sus últimas semanas. Con un reparto compuesto por rostros conocidos del cine y la televisión, y Shyamalan a cargo de la producción de la serie y la dirección del primer episodio, este «thriller» cargado de suspense y misterio llega acompañado de una enorme expectación.

Intriga, mentiras y secretos

El protagonista de la ficción, el hombre herido del comienzo, es Ethan Burke (Matt Dillon), un agente de los servicios secretos norteamericanos que busca a dos de sus compañeros, que han desaparecido sin dejar rastro. Pero Burke no sabe cómo ha llegado a la localidad que da nombre a la serie, ni si es allí donde encontrará lo que busca. Y su primera preocupación es salir del hospital en el que está ingresado tras su caída, un lugar silencioso en el que ni siquiera le dejan hacer una llamada para ponerse en contacto con su familia. Sin embargo, cuando logra abandonar el lugar y logra un teléfono, al otro lado sólo encuentra un contestador. Este pequeño fracaso le lleva a conocer a Beverly, una camarera que antes de despedirse le da su dirección y le susurra una curiosa frase: «En Wayward Pines no hay grillos».

Al día siguiente Ethan consigue encontrar al sheriff de la ciudad, pero no se muestra excesivamente preocupado por la llegada del agente a Wayward Pines, ni tiene prisa por facilitar su marcha.

Desesperado, Ethan trata de encontrar de nuevo a Beverly, pero en el bar le dicen que no trabaja allí. Cansado ante unas dudas que no dejan de acumularse, el agente se enfrenta al responsable del local, lo que lleva a despertarse de nuevo en la habitación del hospital. Pero en esta ocasión se encuentra inmovilizado, con esposas en sus muñecas, y un misterioso psiquiatra deseoso de contarle que padece una enfermedad mental y que en cuestión de minutos será operado para drenar su cerebro.

En Seattle, la ciudad en la que vive Ethan, sus compañeros de trabajo y su familia comienzan a preocuparse ante la falta de noticias. El coche del agente ha sufrido un accidente, su compañero ha aparecido muerto, pero de Burke no ha quedado ni rastro. Y si bien los agentes manejan más información que la mujer y el hijo adolescente del desaparecido, ninguno de ellos es capaz de imaginar qué le ha llevado a alejarse de su vida. O por lo menos es lo que parece. Pero en Wayward Pines lo más importante son las apariencias, y lo que se esconde tras ellas.

¿Por qué ha desaparecido Burke? ¿Y por qué lo hicieron previamente sus compañeros? ¿Qué relación tiene el psiquiatra del hospital de Wayward Pines con los Servicios Secretos? ¿Es Beverly producto de la imaginación del agente? ¿Puede el protagonista coger un coche y marcharse por su propia voluntad de la ciudad? ¿Cómo ha llegado allí? Éstas son las preguntas a resolver.

Ése es el reto que Shyamalan y Hodge plantean al espectador en un primer episodio en el que, a base de giros y nuevos personajes, el espectador se sumerge en una trama atractiva y misteriosa. Sólo queda ver ahora si el cienasta y el creador de series como «The Playboy Club» y «Runaway» son capaces de saciar la curiosidad del espectador y resolver los misterios que ellos mismos han planteado. Aunque también tendrán que responder a la expectación creada por FOX, que no ha dudado en aprovechar su presencia mundial para estrenar la producción en 125 países. Algo que sólo está al alcance de las grandes series.

Matt Dillon, estrella absoluta

Pero la cadena o los creadores no son los únicos que han hecho una gran apuesta en la misteriosa «Wayward Pines». Matt Dillon se estrena con su primer papel principal en esta producción, cargando con todo el peso de la trama. A su lado podremos ver además a Juliette Lewis en el papel de Beverly, la galardonada Melissa Leo, como la enfermera Pam, o a Terence Howard como el sheriff de la localidad. Toby Jones, Shannyn Sossamon, Reed Diamond o Carla Gugino, como la agente Hawson, son otros de los intérpretes que participan en la serie que también cuenta con nombres de peso a cargo de la dirección como James Foley («House Of Cards») o Jeff T. Thomas («Person Of Interest»).

Si en su primera imagen la serie de Hodge recordará a «Perdidos», su ambientación ha llevado a muchos a acordarse de la obra maestra del género, «Twin Peaks». Algo normal si tanto el escritor de la historia original como el responsable de la adaptación han reconocido su admiración por David Lynch y su inspiración en la alabada producción de los noventa. De un arrebato creativo Noah Hawley concibió la adaptación televisiva de «Fargo». De muchos otros han salido verdaderos esperpentos. Esperemos que «Wayward Pines» sea obra de las musas buenas.