China

Consumidores cada vez más jóvenes

La Razón
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El escenario es una orgía entre universitarios. Ellos gozan, pero las mujeres no tanto. Son sumisas, casi objetos, y parecen sólo dispuestas a satisfacer los deseos del varón, rozando en ocasiones la violencia. Vídeos como éstos, de pornografía extrema, son vistos por menores de edad en nuestro país, sobre todo chicos, que después tratan de imitarlos en su incipiente vida sexual. Y cada vez a edades más tempranas.

La ONG Pantallas Amigas y la Fundación Alia2 sitúan entre los 11 y los 13 años la edad en que los menores acceden por primera vez a material adulto. «En internet hay muchos tipos de pornografía. En algunos casos, los actores son de edades muy jóvenes y "amateurs", por lo que los adolescentes se identifican más con ellos», explica Jorge Flores, director de Pantallas Amigas. Flores recuerda los datos de un reciente estudio promovido por la Confederación Española de Centros de Enseñanza (CECE): el 17,1% de los adolescentes españoles consume material ponográfico, mientras que el 60,4% nunca habla con sus padres sobre lo que hace en internet.

En este contexto, más que por la solución por la que aboga Cameron de filtrar estas páginas –algo que parece «inviable» por las grandes cantidades de dinero que mueve la industria del porno–, Flores se muestra más partidario de «abordar esos contenidos con los menores, interpretarlos y ver cuáles son nocivos», algo en lo que deberían estar involucrados padres y profesores.

Mientras, una medida como la planteada podría ser rechazada por buena parte de la sociedad. Víctor Domingo, presidente de la Asociación de Internautas, cree que el proyecto no difiere de lo que ocurre en China, Arabia Saudí o Corea del Norte. «Es algo más propio de las dictaduras que de las democracias occidentales», asegura.