Papel
Criba de pederastas en internet
La Guardia Civil utilizará un software desarrollado por la Universidad de Liverpool que permitirá identificar a agresores sexuales antes de perpetrar los abusos.
¿Pedófilo o pederasta? Ésta es una de las preguntas clave que manejan las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado a la hora de afrontar las investigaciones on-line sobre abusos a menores. Ambas conductas están castigadas por el artículo 189 del Código Penal y arrojan saldos de cientos de detenidos cada año. Y es este volumen de trabajo el que, precisamente, obliga a fijar unos objetivos: aquellos individuos que tienen probabilidades de actuar. Tradicionalmente, se considera pedófilo a aquel que siente atracción sexual por los menores, pero no necesariamente materializa sus deseos. Por contra, el pederasta consuma un abuso sexual. Y, cuando hablamos del ciberespacio, estamos ante un depredador capaz de engañar, embaucar y extorsionar con tal de «cazar» a su presa. Adelantarse a este perfil de delincuente se antoja un objetivo fundamental. Y tanto la Policía Nacional como la Guardia Civil dan pasos adelante. ¿El último? La aplicación de un software, actualmente en desarrollo, en el que está trabajando la Universidad de Liverpool. ¿La finalidad? Dar con el pederasta que está a punto de perpetrar su crimen.
Policías europeas
Así lo afirmó Óscar de la Cruz, comandante jefe del Grupo de Delitos Telemáticos de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, durante el III Congreso Nacional de Privacidad de la Asociación Profesional Española de la Privacidad (APEP). El trabajo se enmarca dentro del proyecto FIIP (Fighting International Internet Paedophilia), avalado por la Comisión Europea. La Universidad de Liverpool está contando con la colaboración de la Policía del condado de Kent, auténtica artífice de este software. Pero ¿en qué consistirá? Tanto la Guardia Civil como otros cuerpos nacionales –Mossos d’Esquadra– y europeas –la Policía de Rotterdam y la Policía de Estonia– han facilitado una serie de perfiles de pederastas y pedófilos que actúan en internet. A raíz de estos datos, los expertos del Instituto de Psicología de la Salud y Sociedad de la universidad británica desarrollan una herramienta informática de análisis de riesgos («risk assestment») a nivel europeo para ayudar en la identificación de los pederastas a partir de sus conductas on-line y, así, poder priorizar las investigaciones hacia aquellos que tienen probabilidad de ser más peligrosos. Así, el software, llamado KIRAT (Kent Internet Risk Assessment Tool), dará a las autoridades un porcentaje de peligrosidad. ¿Y quiénes serían los objetivos? Los que en Reino Unido conocen como «Dual Sex Offenders»: aquellos que no sólo consumen pornografía infantil, sino que también cometen abusos, suben imágenes y las distribuyen en la red. De hecho, los perfiles facilitados por la Guardia Civil son atestados de personas que han cometido ambos delitos y que cuentan con una condena firme. Eso sí, las autoridades no se olvidarán tampoco de aquellos que, a priori, no resulten tan peligrosos. La Universidad de Barcelona también está participando en el proyecto.
El problema, señalan desde el Instituto Armado, es la dificultad a la hora de establecer perfiles. Basta con comprobar los datos de los detenidos en cualquier macrooperación contra la pederastia para constatar la falta de homogeneidad de este tipo de delincuente: edad, condición social y profesional... «Ahí está el caso del pederasta de Ciudad Lineal. Era reincidente, pero no había causado ninguna alarma social en su entorno. En esta etapa de su vida, su círculo personal, social y familiar no sospechaba nada y su comportamiento social era aceptable», explica a LA RAZÓN Ricardo Magaz, presidente de la Sociedad Científica Española de Criminología.
Mimetizados con el ambiente
«Se trata de gente que intenta mimetizarse con ambientes que les sean propicios: equipos deportivos, campamentos, etc. Tenemos en mente gente más bien marginal, pero en la pedofilia y en la pederastia hay todo tipo de clases sociales», añade Magaz.
Además, estos ciberdelincuentes se las ingenian cada vez más para sortear las barreras de las autoridades. Las tradicionales redes P2P de intercambio de archivos han dado paso al mercado negro de internet, lo que se conoce como la internet profunda y, más concretamente, la red TOR (The Onion Router). Este software permite el intercambio de material sin revelar en ningún caso la dirección IP de sus miembros, lo que imposibilita seguir su rastro en el caso de que intercambien material ilegal. Un estudio de la Universidad de Portsmouth, en Reino Unido, estimó que el 80% del material que se mueve dentro de esta red oscura es pornográfico.
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