David Villafañe cae en coma después de 62 días en huelga de hambre

David está dispuesto a llegar hasta el final para demostrar su inocencia. Ante la negativa de los tribunales de reabrir su caso a pesar de la existencia de varios informes forenses que indican que es inocente, Villafañe, confinado en la cárcel de Nanclares de Oca (Vitoria), ha enviado varias cartas al presidente del tribunal Supremo, Carlos Lesmes, en las que le hace responsable de su situación. Por ello, decidió iniciar una huelga de hambre, la tercera desde que ingresó en prisión. También ha solicitado la mediación del presidente del Gobierno, la defensora del Pueblo e incluso de la Administración Obama, pero la única respuesta que ha recibido ha sido la del Gabinete de Presidencia, en la que le indican que su caso depende de la Justicia y que deben ser los tribunales los que se pronuncien.

En estos 62 días de huelga, ha perdido más de 20 kilos y finalmente ayer cayó en coma y fue ingresado en el hospital Txagorritxu de Vitoria. Su decisión es firme y sólo podrá ser alimentado por decisión judicial. De hecho, ya ha comenzado a ecibir alimentos mediante una sondaFuentes cercanas a Villafañe explicaron a LA RAZÓN que "seguirá en huelga de hambre hasta que se le devuelva la libertad y su inocencia y se expulse a Carlos Lesmes de la presidencia del Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, por amparar la prevaricación y no respetar la ciencia científica que acredita su inocencia". Mientras tanto, la familia espera a la decisión del Constitucional, que debe pronunciarse sobre el recurso presentado por Villafañe porque considera que está preso de forma ilegal.

Villafañe fue condenado en 1998 a 19 años de prisión por el asesinato de su novia Marta Couceiro, de 17 años. La sentencia indica que la asfixió para cobrar las primas de dos seguros de vida de los que él era el beneficiario. Desde ese momento, Villafañe ha intentado demostrar su inocencia y se ha negado a aceptar su culpabilidad. De hecho, podría haber accedido a los beneficios penitenciarios, al haber cumplido las dos terceras partes de la condena pero no lo ha hecho.

En las dos huelgas de hambre anteriores, en las que pasó 48 y 60 días sin recibir alimentación en los años 2003 y 2004, fue un juez el que determinó que se alimentara por el riesgo que corría su vida. En la última ocasión, fue encontrado desmayado en su celda y permaneció ingresado en el hospital de Valdecilla de Santander durante un mes.