Política Cultural

Debate abierto: Mecenazgo vs. caridad

La Razón
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¿Realizar donaciones particulares destinadas a los estudiantes universitarios supone una forma de ejercer la caridad? La controversia está servida tras la petición de Adelaida de la Calle. Algunas voces han sido especialmente críticas al respecto. Es el caso del ex ministro de Educación Ángel Gabilondo, que aseguró ayer en la Escuela de Verano de UGT que no podemos «quedar sólo a merced de la buena voluntad de personas que filantrópica o caritativamente quieren ayudar». De hecho, Gabilondo considera que en nuestro país existen «políticas públicas y relaciones serias y estables con el emprendimiento privado». En esta misma línea, se manifestó Antonio Ramírez de Arellano, rector de la Universidad de Sevilla, que considera que la financiación pública debe mantenerse «y no confundirse con la caridad», pues, no en vano, el mecenazgo y patrocinio ya existe en nuestras universidades a pesar de la «poca tradición». Lo cierto es que en torno a un 4% de los recursos que reciben las facultades españolas son de origen privado. Una cifra que la anunciada Ley de Mecenazgo espera aumentar. Precisamente, éste fue uno de los puntos en los que hizo especial hincapié la Comisión de Expertos para la Reforma del Sistema Universitario Español en el informe entregado este mismo año al ministro de Educación, José Ignacio Wert. María Teresa Miras-Portugal, catedrática de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad Complutense de Madrid y presidenta de la comisión, valora la «excelente» labor en este sentido que realizan la Fundación Botín y la Fundación Ramón Areces. Ahora bien, también considera que, a día de hoy, la iniciativa privada no cuenta con «excesivos alicientes», en forma de incentivos fiscales. Sobre la propuesta de De la Calle, Miras-Portugal cree que no «excluye» la iniciativa privada y que puede «despertar el interés» tanto de particulares como de empresas.