El 42% de los jóvenes rodearía el Congreso

¿Cuál es el pulso político de los jóvenes en un momento en el que se presumen cambios? El Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD) ha presentado un estudio, en el que han participado más de 800 personas entre los 18 y los 25 años, que ofrece algunas respuestas. Lo cierto es que la mayoría, un 70%, asegura tener un interés medio o alto por la política, pero casi la mitad desconfía de la «política tradicional» y tiene muy escasa confianza en sus representantes. Un desapego «preocupante» para Ignacio Calderón, director general de la FAD. «Ningún país del mundo puede gestionar su convivencia interna sin unas instituciones fuertes», añadió ayer.

Entre los jóvenes se dan tres perfiles. Un 46,1% serían los considerados como «activistas politizados»: jóvenes muy interesados por los temas políticos, pero que desconfían de la «política convencional», más rupturistas, que abogan por nuevas formas de participación ciudadana, están fuertemente ideologizados y se encuentran situados en la izquierda. Un 36,7% serían los llamados «conservadores institucionalistas»: están más desideologizados, buscan más la estabilidad del sistema que la ruptura y asumen la necesidad de mantener el juego político y participar en él. Por último, encontramos a los «individualistas pasivos», que representan un 17,2%: materialistas, se aislan en sus propios intereses, no muestran gran interés en la política y desconfían de los movimientos ciudadanos.

Cada cifra de este análisis revela el desapego de los jóvenes hacia sus representantes: un 78,8% y un 58,8% tienen una «baja o nula confianza» en los partidos políticos y en el Parlamento respectivamente; en el primer puesto de sus preocupaciones políticas se encuentra la corrupción, con una nota de 9,05 sobre 10, seguida de la «falta de interés de los partidos por los problemas reales de la gente» –8,63– y la «falta de credibilidad y liderazgo de los representantes políticos» –8,40–; además, ocho de cada diez creen que «los partidos sólo están interesados en su voto, no en su opinión». Así, al preguntarles por otras formas de participación política, el 84,7% acudiría a una manifestación, el 82,7% iría una huelga y casi el 70% impediría un desalojo. A los responsables del estudio les ha llamado la atención el hecho de que más de un 42% asegure que «rodearía o bloquearía el Congreso o el Parlamento», tal como ocurrió el 25 de septiembre de 2012 en Madrid.

Según los responsables del trabajo, los resultados revelan «la crisis del modelo social imperante y la apuesta por el poder de la ciudadanía para transformar el estado actual de las cosas». Sin olvidar «un sentimiento de cierta impotencia»