El 8 de Marzo, una reivindicación y muchos manifiestos

Mismo problema distintas formas de afrontarlo. El próximo jueves, 8 de marzo, se celebra el Día Internacional de la Mujer, pero, al contrario que otros años, será una jornada con una fuerte carga reivindicativa marcada por la huelga convocada. Varios colectivos de mujeres han hecho públicos distintos manifiestos en los que afrontan la jornada del 8 de marzo desde posturas tan dispares como enfrentadas: desde el Manifiesto 8M, que ha recibido el apoyo de partidos como Podemos y otros colectivos de izquierdas y que llama a la lucha contra “el patriarcado y el capitalismo”, hasta el “No Nacemos Víctimas”, que alerta contra “una corriente de opinión supuestamente feminista que pretende hablar en nombre de todas las mujeres, imponerles su forma de pensar y retratarlas como víctimas de nacimiento de lo que llaman el heteropatriarcado”., sin olvidar otros con carácter más sectorial como el “Las periodistas paramos”.

Como defiende el manifiesto “No Nacemos Víctimas”, son muchas las mujeres que “no nos reconocemos víctimas de nuestros hermanos, parejas, padres, hijos, amigos y compañeros, nuestros iguales masculinos. Nos rebelamos contra esa política de identidad que aprisiona en un bloque monolítico de pensamiento que niega la individualidad”. Y más que incidir en los problemas, que están ahí, hablan de la situación real de las mujeres en España: “el 8 de marzo conviene celebrar que la gran mayoría de las mujeres en España somos libres para elegir carrera profesional, trabajo y tipo de vida”, y recuerdan que “las niñas de hoy necesitan saber que ellas no son víctimas y que tienen su futuro en sus manos”. Este manifiesto lo firman mujeres de todos los ámbitos profesionales.

Y es que son muchas las mujeres que apoyan las reivindicaciones del 8-M y que incluso apoyan la huelga general feminista convocada para este día, pero que están en contra del uso partidista e ideológico que ha hecho la izquierda de una jornada como ésta.

Hoy mismo, la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, María José Ordoñez, ha recalcado este martes en València que "sigue siendo necesario reivindicar"el papel de la mujer y considera que el 8 de marzo es "la fecha idónea", pero ha pedido "respeto"para todas las formas de manifestarse contra las discriminaciones. "Respetemos las causas de todas las mujeres porque todas estamos en pro de la igualdad y todas las personas creemos en una sociedad más justa", ha señalado.

Ordóñez, tras participar en Valencia en un coloquio sobre la salida a la violencia de género, ha afirmado que la huelga del próximo 8 de marzo es "trasversal"como todos los problemas de las mujeres. “Ahora bien -ha matizado-, otra cosa es hacer huelga o no, o de qué manera se manifiesta cada uno, de qué manera puede mostrar su conformidad con una serie de pautas".

En ese sentido, ha constatado que la brecha salarial ha bajado 4,5 puntos frente a los "máximos históricos"en que los que los hombres ganaban un 30 por ciento más que las mujeres.

No obstante, "sigue siendo necesario que las mujeres reivindicamos cuál es ese papel, que demos ese paso adelante y desde luego buscar una fecha idónea como es el 8 de marzo es lo mejor que se puede hacer".

Hay que recordar que la convocatoria de Huelga Feminista viene fraguándose desde la primavera de 2017. Si bien el año pasado en España se paraba de forma simbólica, este jueves 8 de marzo y por primera vez en la historia, se ha convocado una huelga laboral legal para reclamar igualdad real de oportunidades y derechos entre hombres y mujeres.

¿Quién convoca la Huelga Feminista?

La convocatoria oficial parte de las cientos de organizaciones de mujeres grandes y pequeñas, estatales, autonómicas y locales que conforman el Movimiento Feminista en España. Se han articulado en torno a la Comisión 8 de Marzo, un espacio de diálogo donde mediante asambleas mensuales se han ido puliendo las aportaciones de esta pluralidad de entidades hasta construir un argumentario consensuado para llamar a la movilización.

El manifiesto se aprobó en un acto en Zaragoza el pasado mes de enero y se trata de un documento de mínimos a partir de un argumentario más extenso que puede sufrir modificaciones en cada comunidad autónoma, donde el movimiento feminista local es libre de incluir sus propias reivindicaciones. Coinciden en la reclamación del fin de las violencias, la lucha contra el machismo y contra la discriminación social y en el empleo.

A la convocatoria se han sumado diversos sindicatos (CCOO, UGT, USO, CGT), más de 300 organizaciones sociales de campos diversos y algunos partidos políticos: El PSOE secunda la convocatoria de paros parciales, Podemos e Izquierda Unida llaman a una huelga general, Ciudadanos se opone a los paros porque considera que el manifiesto es "anticapitalista"y el PP defiende que ese día "hay que seguir trabajando"por la igualdad.

¿Es legal hacer huelga el 8 de marzo?

Sí. CGT y CNT ha convocado huelga general y su preaviso ha sido registrado ante el Ministerio de Empleo, que no lo ha impugnado, por lo que ha quedado legalizada en el marco del Derecho de Huelga de los trabajadores.

Por su parte, CCOO y UGT llaman a realizar paros parciales de dos horas por turno de trabajo (11:30-13:30 horas y 16:00-18:00 horas) igualmente legalizados ante el Ministerio de Empleo y para los que obrarán como suelen hacer en caso de huelga, con comités, mesas y piquetes informativos en los sectores donde tienen influencia. USO convoca paros parciales también, pero en su caso de cuatro horas que empezarían a contar a mediodía.

¿Quién puede participar en la Huelga Feminista?

Están llamados todos los trabajadores, hombres y mujeres, pues lo contrario sería ilegal. No obstante, el movimiento feminista insta en particular a las mujeres a participar porque se trata de evidenciar que sin el trabajo femenino, remunerado o no remunerado, nada funciona. Ese es el eje de la convocatoria: "Si nosotras paramos, se para el mundo".

¿En qué consiste la Huelga Feminista?

La Comisión 8 de marzo plantea esta jornada de forma multidimensional. Llaman a participar en la huelga general o en los paros parciales que han convocado los sindicatos en la esfera laboral, pero también instan a los estudiantes a ausentarse de las aulas el 8 de marzo y están promoviendo una huelga de cuidados y otra de consumo.

La primera, persigue que en la esfera doméstica los hombres asuman las tareas del hogar y los cuidados que dejen de hacer las mujeres para que se den cuenta de hasta qué punto su labor es vital para el sostenimiento del hogar y cuánta carga están asumiendo en solitario. En la esfera pública también se busca un cambio, pues esperan que a falta de mujeres se revisen las formas de organización social en los barrios y los pueblos. Un ejemplo: transporte colectivo de niños al colegio.

En cuanto a la huelga de consumo, insta a las mujeres en particular a abstenerse de consumir lo que no sea imprescindible en esa jornada, reduciendo al mínimo el gasto en suministros pero también en bienes y servicios. Es una iniciativa de la corriente ecofeminista para reflexionar sobre el peso de las mujeres en el modo en que consumimos y la fuerza que tendrían para implantar modelos más sostenibles.

En paralelo, se pide el boicot específico a las empresas que se sirven de una explotación de la imagen de la mujer para la venta de productos y a aquellas que se benefician de la llamada "tasa rosa", esa que encarece todos los productos que se envasan y se ofrecen como de uso preferente para las mujeres o que siendo de primera necesidad, como las compresas, no tributan como tales.

¿Por qué una huelga?

El argumentario de la Comisión 8M es tan amplio como las diversas problemáticas que afrontan las mujeres por el hecho de serlo. Denuncian las violencias machistas, en todas sus formas y exigen más presupuesto para combatirlas, pero también ponen en el foco la mayor precariedad de la mujer en el mercado de trabajo, la persistencia de barreras a su proyección profesional y su discriminación en materia de salarios.

En la misma línea, denuncian los recortes presupuestarios que afectan a los cuidados, la falta de reconocimiento del trabajo doméstico que asumen las mujeres en mayor medida, la pobreza que también las afecta de forma preferente o la vulnerabilidad de determinados colectivos, como las mujeres extranjeras, entre otros asuntos.

¿Habrá movilizaciones?

Sí. Como cada 8 de marzo se han previsto manifestaciones en prácticamente todas las capitales de provincias de España. La Comisión 8 de Marzo tiene más de 200 convocatorias por todo el país y no sólo de movilizaciones, sino también de charlas, mesas redondas y eventos relacionados con las artes y las letras para reflexionar en torno al Día Internacional de la Mujer.

La manifestación central tendrá lugar no obstante en Madrid y tras el éxito de participación del año pasado, se ha decidido ampliar el recorrido para dar cabida a la afluencia masiva que prevé la Comisión 8 de Marzo.

La marcha, autorizada por Delegación del Gobierno en Madrid, saldrá a las 19:00 horas de Atocha, y transcurrirá hasta Plaza de España, donde previsiblemente se leerá un manifiesto. En la cabecera irán exclusivamente mujeres del movimiento feminista madrileño y la organización de la convocatoria, con una pancarta que dice "Paramos para cambiarlo todo".

¿Cómo se medirá el éxito de la movilización?

La Comisión 8 de marzo habla ya de éxito. A medida que se han ido celebrando asambleas sobre la huelga han tenido que ir ampliando los recintos donde convocarlas. A la última reunión, el pasado 8 de febrero en Madrid, acudieron más de 300 mujeres.

Sostienen que la huelga es un medio para un fin, no un fin en sí mismo y esperan que produzca realmente un cambio en la sociedad y que a modo de bola de nieve, vaya desembocando en un sistema más justo y equitativo con las mujeres, aunque son conscientes de que eso lleva tiempo. Están dispuestas a seguir empujando para que así sea. "Hemos llegado hasta aquí y hemos venido para quedarnos", afirman.

Ponen como ejemplo el caso de Islandia, donde en 1975 el 90% de las ciudadanas hicieron huelga parando todo el país y cuya legislación no ha dejado de avanzar en derechos desde entonces. El último paso, la prohibición expresa de la brecha salarial por razón de género plasmada en una ley para abordar el fenómeno de manera integral.