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El asesino de Laredo era un viejo conocido de la policía

Desde 1998 hasta 2011 ha sido detenido por ocho delitos de lesiones, amenazas, por quebrantar órdenes de alejamiento y por atentado contra la autoridad.

Mario Iglesias Rodríguez, bilbaíno, enfermero de 52 años, residía desde hace tiempo en Madrid y es en esa ciudad donde acumuló un largo currículum de delitos. Desde 1998 hasta 2011 ha sido detenido por lesiones, amenazas, por quebrantar órdenes de alejamiento y por atentado contra la autoridad.
El enfermero, al parecer, salió el pasado domingo sin un objetivo fijo y sus vícitmas fueron elegidas al azar. El destino quiso que fueran Mercedes García de 42 años y su padre Gabino de 71 los que murieran por culpa de las once puñaldas que les asestó. El enfermero veraneaba muy cerca de la familia García, pero no se conocían. Ayer fue sometido a un estudio psicológico y está tarde pasará a disposición judicial.
Según ha explicado a Efe el alcalde, no era el primer verano que pasaba en Laredo, donde se alojaba en una urbanización a 200 metros de la residencia veraniega de los fallecidos, Mercedes y Gabino García, de 42 y 71 años.

Padre e hija eran conocidos también en la villa, donde algunos vecinos les recuerdan como unas "excelentes personas"que tenían un "trato magnífico"hacia los laredanos, ha comentado Vega.

Llevaban "muchos años"pasando sus vacaciones en esta localidad cántabra, donde las banderas siguen ondeando a media asta en señal de duelo por el suceso, mientras el municipio va volviendo "poco a poco a la vida normal", pero "sin olvidar lo ocurrido", un suceso "desgraciado"y, en palabras del regidor, "muy doloroso y luctuoso".

El alcalde ha insistido en que Laredo es una localidad segura y en que lo sucedido es "un hecho absolutamente puntual y excepcional", que no se va a repetir, y que ha ocurrido en el municipio, como podía haber pasado en otra parte

"Ha sido un desgraciado acontecimiento que ha ocurrido aquí, pero que no tiene nada que ver ni con la vida de Laredo, ni con nuestra gente, ni con la forma de ser y de cómo es el verano en Laredo", ha apuntado.

Ahora, a su juicio, "lo que corresponde es volver a la tranquilidad".

Una normalidad que todavía no es total, porque el pueblo sigue siendo foco de atención de los medios de comunicación, que esperan captar el momento en el que el arrestado por el crimen pase a disposición judicial y recorra los apenas 25 metros que separan los calabozos del Juzgado de Instrucción número 1 de la villa, que se encargará de la causa.