El Colegio María Virgen ganó el II Concurso de Villancicos

El Auditorio Nacional fue testigo del II Concurso Escolar de Villancicos LA RAZÓN

Nervios. Carreras. Más nervios. Ensayos de última hora. Más nervios. Ilusión. Sobre todo, mucha ilusión y grandes sonrisas iluminando los rostros de los más pequeños. El pasado domingo 14 de diciembre tuvo lugar en el Auditorio Nacional la final del II Concurso Escolar de Villancicos de LA RAZÓN. Tras el éxito cosechado el año anterior, este año han conseguido repetirlo y colgar de nuevo el cartel de «no hay entradas» para el gran día.

Antes de las actuaciones, los familiares de los niños que participaban esperaban ansiosos el momento de entrar en la Sala de Cámara y compartían sus primeras impresiones. Brath Ruiz, hermano de una de las niñas que cantaba con el Colegio Nuestra Señora de las Delicias, decía que «está muy contenta y nerviosa porque es la primera vez que participa».

Alicia Camargo, madre de Andrea Carolina Oriol, del Colegio Montpellier, indicaba que «mi hija está tan emocionada que anoche no pudo ni dormir porque no quería dejar de ensayar, ha practicado mucho porque llegar hasta aquí era un sueño impensable para ella».

Por su parte, Gabriela Andrade, madre de una de las integrantes del coro del Colegio Chesterton, hacía referencia a que «las niñas están ilusionadas de por sí y más aún cuando les han comentado que van a salir en el periódico y en la televisión», y Natalia Cañas, madre de otra compañera de este centro, indicaba que «los padres también nos hemos esforzado y hemos puesto en pie de guerra a todos los familiares y amigos, desde España hasta Ecuador pasando por Colombia».

Emoción en las gradas

La primera sorpresa de la mañana llegó de la mano de Roberto Brasero, «¡el chico del tiempo de Antena 3!», como muchos apuntaron, en voz más alta que baja, nada más verle aparecer sobre el escenario. Incluso a algún niño se le oyó comentar «¡qué guay! Es un famoso de verdad».

«Hoy es un día maravilloso, estamos en un sitio privilegiado, el Auditorio Nacional, y llueve y hace frío. ¡No es que me guste, pero hemos acertado con la predicción y eso me encanta!». Brasero, tan divertido como de costumbre, trató de calmar los nervios con un par de bromas más, aunque también hizo un fuerte llamamiento a todos a cantar, a escuchar, a respetar y a acabar contentos fuera cual fuera el resultado. «El mejor premio es haber hecho felices a la gente que más os quiere», con esta conmovedora afirmación consiguió arrancar los aplausos de todos los familiares y alguna que otra lágrima de esos padres entregados que no dudaron en animar a sus chicos en todo momento.

En orden alfabético, uno tras otro los grupos de los seis centros finalistas comenzaron a subir al escenario a interpretar sus canciones que, con mucho tesón y esfuerzo, la mayoría llevaba preparando desde octubre.

De la C a la T

A los más pequeños de esta fase –cursan Primero de Educación Primaria– les tocó romper el hielo y ser los primeros en actuar. Los niños y niñas del Colegio Chesterton interpretaron el villancico «El día de Navidad» compuesto por Daniel Martín, que se encargó de la letra, y Pilar Cáncer, que fue la artífice de la composición musical. Ana Herrero, responsable del grupo, destacó el pequeño Belén viviente que acompañó a los cantores recordando la verdadera razón de ser de estas fiestas.

Estela García, una de las pequeñas voces, decía que «nos gusta mucho lo que hemos cantado y lo hemos ensayado miles de veces». A lo que su «compi» María García le replicó rápidamente llamándole exagerada, aunque se apresuró a puntualizar: «yo lo canto todo el tiempo y, sobre todo, en casa con mis padres que ya se lo saben». Se quedaron las dos pensativas, quizá la cuenta que había hecho de la gran cantidad de veces que lo habían cantado no era tan desmesurada, puede que incluso se quedaran cortas. A pesar de ser los menores, no les impresionó el público que abarrotaba el auditorio, aunque algunos reconocieron que les había costado un poquito aprenderse la letra, «pero nada más que un poquito». La actuación estuvo dedicada de manera muy especial a la familia Veira De Bona.

El siguiente turno fue para el Colegio María Virgen, que resultó la ganadora de este año. Aparte del veredicto del jurado, todo el mundo coincidió en que había sido la mejor y la propuesta más completa. «La luz que nace en ti» fue el tema elegido. Silvia Caputto, responsable del grupo, explicó que «es una versión de una canción de La Oreja de Van Gogh que nos recomendaron unos alumnos de cursos superiores, pero los arreglos son de las propias niñas que tocan la guitarra». Una de ellas, María Domínguez, comentó que «hemos tenido que hacer un esfuerzo ensayando, incluso hemos perdido algunas clases». «Este villancico nos gusta porque habla de amistad y cantándolo hemos hecho muy buenos amigos porque somos de diferentes cursos y antes no nos conocíamos tanto», apuntó Cayetana Rubio ilusionada.

Pedro Menéndez, director del coro del Colegio Montpellier, tenía más experiencia en este concurso, ya que el año pasado también logró llegar con otros muchachos a la final. En esta ocasión, sorprendieron a todos con «El secreto del portal», adaptación de uno de los temas de Maldita Nerea. De hecho, resalto Menéndez, «uno de los padres se puso en contacto con el grupo musical para obtener su visto bueno, y no sólo se lo dieron, si no que les gustó mucho la idea y se mostraron encantados». Una alumna, Carmen Verdier indicaba que «es un villancico muy marchoso y hemos ensayado mucho, os va a encantar». Más de uno, mientras lo escuchaba se balanceaba en sus asientos y acabó moviéndose al son de la música con ganas de unirse a ellos.

Buenos deseos

En cuarto lugar, subieron al estrado los niños y las niñas del Colegio Nuestra Señora de las Delicias. «‘Vuela, vuela’, nuestro tema apareció por casualidad, trasteando por internet buscando algo nuevo y diferente», contaba Sergio Hernández, profesor de los niños. Este son que encontraron en la red les sirvió como base para elaborar el villancico final que presentaron al concurso, que es una versión más larga y algo diferente».

Carmen Martínez llevaba la batuta en el tema: «Yo toco el cajón. No lo había hecho nunca y he tenido que aprender pero ha sido fácil», dice, sabiéndose responsable de que tiene que conducir a sus compañeros aunque estaba segura de que les saldría bien.

El grupo de Delicias dejó este mensaje tan bonito «Para que no existan guerras,/ ni hambre, ni pobreza/Que no haya soledad en Navidad».

«Tiempo de amar», compuesta especialmente para la ocasión por Mamen Lamana, fue directa a conquistar los corazones de todos. El villancico se ha convertido en todo un éxito que se canta en todo el Colegio Retamar. «Ha generado una gran unión entre todos los miembros de la comunidad educativa, en el colegio lo cantamos todos, niños y mayores, alumnos y profesoras, desde el bedel hasta las cocineras pasando por todos los padres», comentó Ignacio Lamana.

Carlo Bailly-Baillière, uno de sus alumnos, decía entrecortado: «esperamos hacerlo bien, aunque estamos nerviosos por si algo falla». Al preguntarle por si les intimidan los medios de comunicación que cubrirán el evento responde divertido: «somos guapos y elegantes y así nos van a ver todos».

El último en salir a escena, el Colegio Tajamar, venía pisando fuerte. Contaban con el precedente de haber ganado el concurso el año pasado y se notaba en que pisaban el escenario con más seguridad y aplomo que otros. «El villancico es bueno, intentaremos ganar» decía Curro Baz, integrante del coro de Álvaro Torres. De hecho, interpretaron una versión de una canción famosa de Diego Torres, «Sueños», adaptada por el propio Torres, llamada «Celebra la Navidad».

Sin duda, el jurado no lo tuvo nada fácil a la hora decidir el ganador debido al gran nivel que demostraron todos los concursantes. Estuvo integrado por Gema Pajares, jefa de la sección de Cultura de LA RAZÓN; Javier Martí, presidente de la Fundación Excelentia; Carlos Clemente, director de Unión Musical Española; José Ignacio Robres García, director adjunto de Medios de Comunicación de la Comunidad de Madrid; Francisco Hiraldo, intérprete y compositor del grupo Capitán Truxton, y Sara Márquez, doctora de la Cínica Dental Isidro y Márquez.