El consumo de droga, más sancionado en la calle que en el coche

El consumo de estupefacientes al volante está considerado, al igual que el de alcohol, como una infracción administrativa sancionada con 500 euros y la pérdida de seis puntos. Todos los conductores están obligados por ley a someterse a la prueba de saliva que determina si un conductor conduce o no bajo la influencia de alguna de estas sustancias, pero el problema está en determinar cuál es la tasa a partir de la cual es considerado delito. De ahí que apenas haya procedimientos penales por esta causa. Sin embargo, hay quien se queja de que consumir drogas al volante está menos penalizado que hacerlo en la calle, a pesar de que el 12,86 por ciento de los fallecidos en la carretera en 2012 dio positivo en drogas, según la última memoria del Instituto Nacional de Toxicología. Las sanciones de tráfico contrastan con las que recoge la Ley de Protección de la Seguridad Ciudadana que considera como «infracción grave» contra la salud pública el drogarse en la calle. Las sanciones oscilan entre los 300 y 30.000 euros. Los datos recogidos en otros estudios, como el titulado «Presencia de alcohol, drogas y medicamentos en los conductores españoles», dentro del Proyecto Druid promovido por la Comisión Europea, evidenciaron la presencia de sustancias ilegales en más del 19% de los conductores, y en más del 5%, de alcohol. De ellos, además, algo más del 3% había consumido drogas y alcohol. España se encuentra entre los países con mayores consumos de droga entre lo automovilistas: 14% cannabis y 11,3% cocaína. El perfil más frecuente de los casos positivos es el de varón, menor de 25 años que conduce en vías urbanas durante la madrugada de los días festivos.