Doble crimen en Cuenca

El esposo de Marina, protegido por sus familiares

Marina, el pasado mes de junio, en una de las imágenes que se tomaron de su boda
Marina, el pasado mes de junio, en una de las imágenes que se tomaron de su bodalarazon

Hasta hace unos días, poca gente conocía que Marina Okarinska hubiera contraído matrimonio apenas dos meses antes de volver a Cuenca y de que su ex pareja, Sergio Morate, presuntamente acabara con su vida y con la de Laura del Hoyo que sólo quiso ayudar a su amiga a recoger las pocas cosas que le quedaban en casa de Morate, a las afueras de Cuenca.

A mediados del pasado mes de junio, Marina se casó con un amigo de la infancia en su lugar de nacimiento, la localidad ucraniana de Volochisk. En la ceremonia se congregaron numerosos familiares y amigos de los dos jóvenes, como reflejan las imágenes que varios de los asistentes subieron a varias redes sociales. En ellas se les ve muy felices participando en los diferentes ritos que rigen estas celebraciones en Ucrania. Pero una cosa no cambia: el color blanco del traje de la novia y de muchos de los que acudieron al enlace. Incluido el padre de Marina, que la acompañó hasta el altar en camisa blanca y pantalón beige.

Tras la ceremonia llegó el banquete, en el que no faltó de nada y las damas de honor y testigos brindaron con la novia. No cabe duda de que fue un día feliz, especial. Pocos datos más se conocen del enlace y de los días previos a que Marina, acompañada por sus padres y su hermana Alina regresaran a Cuenca, donde la familia lleva más de una década viviendo y donde ella contaba con un amplio grupo de amigas.

El marido de ella, sin embargo, no viajó con la familia Okarinska y tampoco lo hizo cuando el pasado seis de agosto la joven desapareció con su amiga Laura. La orden de alerta la emitieron sus padres y los datos del joven recién casado se desconocen por el momento.

LA RAZÓN ha podido contactar con varios de los asistentes a la ceremonia del pasado mes de junio, pero todos prefieren manternerse al margen y protegen al joven, que huye de los medios de comunicación.

Los investigadores españoles también están intentando dar con él por si, de algún modo, puede ayudar en la investigación. Pero, a parte de las imágenes del enlace, se conoce poca información del novio al que Marina habría conocido mucho antes de trasladarse a España, pero con el que pudo retomar la relación gracias a las redes sociales. Eso sí, muchos de los que acudieron al enlace aseguran no conocer previamente al novio de Marina.

La relación con Sergio Morate, como apuntan varios de sus amigos y compañeros de trabajo, no era muy sana, a pesar de mantener la relación durante cinco años y, como refleja su perfil en redes sociales, colgar imágenes posando juntos. En una de ellas incluso Marina publica a uno de los perros que Morate podría haberle regalado.

Sus amigos y familiares de Ucrania podían seguir, a través de su perfil, cómo era la vida de la joven en España, donde tenía un grupo nutrido de amigas con las que viajaba por España, cuando su trabajo en diferentes establecimientos de Cuenca no se lo impedían. Y es que al trabajar de cara al público, allí era muy conocida y querida.