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El fiscal pide cuatro años de prisión para el maquinista del Alvia

La condena máxima sería de 1,6 meses por fallecido. Solicita que se indemnice con 42,9 millones a las víctimas del accidente

Imagen de la cabecera del tren accidentado en Angrois
Imagen de la cabecera del tren accidentado en Angroislarazon

La condena máxima sería de 1,6 meses por fallecido. Solicita que se indemnice con 42,9 millones a las víctimas del accidente

«No realizó la correspondiente reducción de velocidad en los 5.540 metros recorridos, en quebranto de las mínimas reglas de atención y profesionales que le son exigibles» porque en los 100 segundos que tardó el Alvia en recorrer esa distancia, a la entrada de Santiago de Compostela, el maquinista atendía una llamada telefónica «extensa» y que no trataba de nada urgente. Ese exceso de velocidad, durante el que el tren circuló a 200 kilómetros por hora en un tramo donde estaba limitada a 80, aunque al final logró reducirla un poco, es lo que motivó que descarrilara en una curva y provocara el fatal desenlace, el 24 de julio de 2013, y que causó el fallecimiento a 80 viajeros y lesiones a otros 144. Por esos hechos, el fiscal solicita una pena de cuatro años de cárcel para el maquinista del Alvia, F.J.G.A. por 80 delitos de homicidio por imprudencia grave profesional, ciento cuarenta y cuatro delitos de lesiones y un delito de daños. Es decir, que como máximo, cumpliría 1,6 meses de prisión por cada una de las muertes. Además, solicita que indemnice con algo más de 32 millones de euros, que deberá abonar de forma directa la compañía aseguradora y de forma subsidiaria, Renfe, a los herederos de los fallecidos, y otros 10,5 millones a los heridos, así como hacer frente a todos los gastos derivados del daño causado en las vías ferroviarias, más de 1,3 millones.

En el relato de acusación del Ministerio Fiscal, donde solicita la apertura de juicio oral, se destaca que el maquinista, al llegar a la curva donde se produjo el fatal accidente, «no desarrolló más actividad que el reconocimiento de la zona neutra y no realizó la correspondiente reducción de velocidad».

Todo lo que pudo hacer fue reducir en el inicio de la curva, logrando bajar la velocidad a 179,38 km/h, «físicamente insuficientes para evitar que el tren iniciara su salida de la vía por el sentido propio de la circulación, que se inició en el punto 84,310, a las 20:41:06 horas y concluyó diez segundos más tarde».

La «causa directa» del acccidente fue el comportamiento presuntamente negligente del maquinista en los minutos previos al siniestro. De esta forma, al pasar por un punto donde tenía que iniciar la reducción de velocidad para adaptarla a los 80 km/h, que era lo fijado como máximo en ese punto en concreto, «el acusado omitió la mínima atención de sus deberes profesionales al permanecer atento al contenido de una llamada que en ese momento era inadecuadamente extensa».

Víctimas del accidente advirtieron ayer de que «hay otros con imprudencias más graves que una distracción», que fue la que motivó que el maquinista tomase la curva con un exceso de velocidad. Por ello, al representante del Ministerio Fiscal, en este caso, Antonio Roma, el portavoz de la Plataforma Víctimas Alvia 04155, Jesús Domínguez, le recomienda ver el documental «Frankenstein-04155», que se estrenó ayer en la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci). «Tenía que haber esperado», señaló Domínguez en declaraciones a Ep. «Al fiscal se lo ponemos muy fácil: que vea el documental y verá como hay otros con imprudencias más graves que una distracción», añadió, en referencia a los responsables de velar por seguridad en la vía en la que se registró el siniestro. «Igual que Garzón tenía que haber mejorado su atención, los responsables de la seguridad también», añadió este portavoz, que apunta a la «casualidad» de que el fiscal entregase el escrito de acusación en el Juzgado de Instrucción número 3 de Santiago el mismo día en que ve la luz el documental, que denuncia un exceso de peso en ese modelo híbrido de tren, entre otras cuestiones. «Lo que seguimos queriendo es verdad y justicia», proclamó.