Sociedad
El Gobierno cede al País Vasco la titularidad de Lemóniz, la central nuclear que nunca llegó a estar operativa
El Ministerio para la Transición Ecológica ha decidido ceder los terrenos, emplazamientos e instalaciones de la central nuclear de Lemóniz (en Vizcaya) a la Comunidad Autónoma del País Vasco. Cabe recordar que dicha central nunca llegó a estar operativa fruto de los atentados de ETA en los que fueron asesinadas cinco personas. Entre ellos, la bomba que ETA puso el 17 de marzo de 1978, un atentado en el que murieron dos personas y hubo 14 heridos.
En la Orden ministerial publicada hoy en el Boletín Oficial del Estado (BOE), “se acuerda la cesión de los activos pendientes de enajenar a efectos del proyecto de construcción de la central nuclear de Lemóniz y, en particular, de los terrenos, emplazamientos e instalaciones. A partir de ahora, y una vez que la Comunidad Autónoma acepte la cesión que se articula en esta orden, será esta Administración la que asumirá la responsabilidad de los mismos, tanto administrativa como de otra índole, y todos los gastos que se deriven de su titularidad, entre otros, los de mantenimiento, seguridad y protección física”, informa el Ministerio.
Con esta Orden, añaden, se da respuesta al interés que ha venido mostrando el Gobierno Vasco por hacerse con la titularidad de estos terrenos (el Gobierno vasco ha desarrollado un proyecto para convertir estas instalaciones en una piscifactoría), conforme a lo establecido en la Ley 6/2018, de Presupuestos Generales del Estado para el año 2018, que modificó lo dispuesto en la Ley del Sector Eléctrico, y estableció que si una vez se hubiera satisfecho a las compañías eléctricas la compensación prevista, existieran activos pendientes de enajenar, podrá acordarse la cesión de dichos activos a una Administración Pública, mediante orden ministerial, en los términos que se determinen en la misma.
Aunque esta compensación económica a las compañías eléctricas terminó de ser satisfecha en octubre de 2015, la titularidad de los bienes afectos a los proyectos paralizados, incluidos los terrenos, se mantuvo en las compañías propietarias, que, previa autorización de la Administración, fueron enajenando los bienes que pudieron ser objeto de venta, destinándose los importes obtenidos a reducir la deuda pendiente de la moratoria nuclear.
Por lo que se refiere a la enajenación de los terrenos, ante la imposibilidad de establecer un valor de mercado para los mismos, mediante una modificación legal llevada a cabo en el año 2005, se estableció que la Administración pudiera acordar la celebración de un concurso o subasta, mediante el que se procedería a su enajenación a quien realizara la mejor oferta. No obstante, esta enajenación no se llegó a producir.
El emplazamiento objeto de esta cesión se extiende por unas 35 hectáreas de superficie, que están ocupadas directamente por los edificios de la central, cuyos terrenos están calificados como suelo urbano, más otra extensión de unas 43 hectáreas de suelo no urbanizable sin vocación definida y otras 102 hectáreas de suelo no urbanizable de protección y para usos agroganadero y forestal. Lemóniz nunca llegó a tener material radiactivo en sus instalaciones. Fue una de las centrales afectadas por la “moratoria nuclear” establecida en el Plan Energético Nacional 1983-1992. Además de paralizarse las dos unidades de Lemóniz, también se pararon los proyectos de Valdecaballeros (I y II), y Trillo II.
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