El hombre que atropelló a varias personas en Nantes estaba borracho

El hombre que atropelló a más de una decena de personas el pasado lunes en el mercado de Navidad de Nantes, en el noroeste de Francia, una de las cuales falleció, tenía cuatro veces el límite de alcohol en sangre permitido, informaron hoy medios locales.

El hombre que atropelló a más de una decena de personas el pasado lunes en el mercado de Navidad de Nantes, en el noroeste de Francia, una de las cuales falleció, tenía cuatro veces el límite de alcohol en sangre permitido, informaron hoy medios locales. El individuo, que trató de suicidarse asestándose varias puñaladas tras los hechos, se encuentra hospitalizado a la espera de ser interrogado.

La cadena de radio "RTL"reveló que el informe toxicológico practicado puso de manifiesto que tenía 1,8 gramos de alcohol en la sangre, frente al máximo de 0,5 gramos permitido para un conductor.

Según la Fiscalía, el caso no tiene ninguna connotación religiosa ni terrorista, pero provocó un gran revuelo en el país porque se produjo tras otros dos sucesos en los que los agresores gritaron "Alá es grande", lo que llevó al Gobierno a elevar la vigilancia en los lugares concurridos del país.

Solitario y taciturno, el agresor, de 37 años, había tenido en el pasado problemas con el alcohol.

El pasado lunes logró entrar con su furgoneta en la zona peatonal donde se desarrollaba el mercado navideño de Nantes a una hora muy concurrida y atropelló a una decena de personas, provocando a cuatro de ellas heridas graves.

Al día siguiente, un joven de 25 años falleció como consecuencia del traumatismo craneal que le produjo el atropello, lo que llevó a la Fiscalía a añadir los cargos de asesinato a los de intento de asesinato.

El agresor todavía no ha podido ser interrogado porque se encuentra hospitalizado a causa de las puñaladas que se propinó él mismo.

En su vehículo se encontró un cuaderno en el que el hombre aseguraba, entre otras cosas, temer que los servicios secretos franceses acabaran con su vida.

Su caso se produjo tras dos agresiones que habían tenido lugar el fin de semana anterior.

El sábado, un joven de origen burundés penetró en la comisaría de policía de Joué-lès-Tours, a 250 kilómetros al sur de París, y agredió con arma blanca a tres agentes, antes de ser abatido.

El joven gritaba "Alá es grande"y su hermano era seguido por cercanía con el islamismo radical, por lo que es el único caso que ha provocado la apertura de una investigación por presunto terrorismo.

Al día siguiente, en Dijon, en el este del país, un hombre que sufría desequilibrios psicológicos desde hace varios años atropelló a 13 personas en diversos puntos de la ciudad.

Aunque también gritaba "Alá es grande"los investigadores descartan el móvil terrorista o religioso en su acción, que atribuyen a sus problemas mentales.