Accidente de tren en Santiago

El interventor llamó al maquinista desde el tren

Antonio Martín, interventor, momentos después del accidente
Antonio Martín, interventor, momentos después del accidentelarazon

Francisco José Garzón Amo disipó ayer la gran incógnita que se suscitó el martes tras el volcado de las cajas negras del Alvia siniestrado hace ocho días a su llegada a Santiago de Compostela: quién le llamó a su teléfono corporativo instantes antes de la tragedia. El maquinista del tren, acompañado por su abogada, se presentó de forma voluntaria en el Juzgado de Instrucción número 3 de la ciudad gallega e identificó al interventor de Renfe Antonio Martín Marugán, que viajaba en el convoy, como la persona que efectuó la llamada, según informó el Tribunal Superior de Justicia de Galicia (TSJG).

Ante el juez del caso, Luis Aláez, Garzón explicó que la conversación se centró en la vía en la que parar al llegar a la localidad de Pontedeume. En la nota que difundió el martes, el TSJG aseguraba que, según las investigaciones preliminares, se deducía que el conductor estaba hablando por teléfono en el momento en que se produjo el accidente y consultando algún tipo de documento en papel. Sin embargo, en su testimonio de ayer, aseguró que había colgado instantes antes de que se produjera el impacto.

Oculto

Tanto Garzón como Martín, que se conocen desde hace años, habían omitido hasta ahora la existencia de esta conversación revelada por las cajas negras del tren. En sus declaraciones anteriores, el conductor se limitó a señalar que se había «despistado» y que por eso se había producido el accidente, pero en ningún momento manifestó que una llamada telefónica pudiera haber sido la causa de ese despiste que le llevó, incluso, a no saber en que punto del trazado se encontraba cuando ocurrió el accidente. Cuando le preguntan si había mantenido alguna conversación con el centro de control, Garzón dice que no lo recuerda.

El interventor tampoco la reseñó en su declaración ante la Policía. Martín, la segunda autoridad en el tren después del maquinista, explicó que ese día sólo había hablado con el maquinista una vez, cuando subió al tren en Orense, y que lo había hecho porque el protocolo le obliga a hacerlo para comunicar posibles novedades. Nada comentó de una segunda conversación. Tan sólo se limitó a añadir que durante el trayecto no entró en la cabina, algo prohibido en los trenes modelo Alvia por el peligro que entraña pasar de un vagón a otro.

Las razones que llevaron a Garzón a ocultar la llamada se desconocen, aunque fuentes judiciales, y así se lo habría hecho saber también él a sus conocidos, especularon con que lo hiciera para no involucrar a nadie más en la responsabilidad de la tragedia.

Tras las nuevas revelaciones, el juez Aláez ha solicitado a las compañías telefónicas toda la información sobre los móviles tanto personal como particular de Garzón. En referencia al teléfono personal, sobre el que el juzgado ya realizó una diligencia manual con anterioridad, el magistrado ha solicitado «que se complete esta diligencia a través de expertos informáticos por si manualmente se pudo haber borrado información del mismo».

Aláez ha pedido también a Renfe documentación sobre la vida laboral del imputado –resultados de controles tóxicos realizados en los últimos años por la empresa, resultados de pruebas de condiciones psicofísicas, bajas...–, información sobre la hora a la que comenzó la jornada y tiempo efectivo de conducción, documentos sobre velocidades en la línea, la máquina y normativa del personal que trabaja en cabina.

Al encargado de la vía, Adif, le ha pedido el estado de las vías, señales, balizas físicas y luminosas en el trayecto Orense-Santiago, además del radio de la curva.

Sin problemas para Brasil

El ministro brasileño de Transporte, César Borges, afirmó ayer que no ve ningún problema para que Renfe puje en la subasta de la primera línea de alta velocidad del país, que unirá Río de Janeiro y Sao Paulo, puesto que el accidente ferroviario ocurrido la semana pasada en Santiago de Compostela «no era de alta velocidad».

«¡Dios mío, Dios mío! La curva, que no la tomo!»

La conversación que Garzón y Martín mantuvieron fue breve, de unos dos minutos, y de carácter profesional. Según la grabación, a la que tuvo acceso laSexta Noticias, Martín, que viajaba en el vagón 3 y resultó herido leve en el accidente, le preguntó a Garzón: «¿Qué tal vais?». «Bien, ya estamos llegando», contesta Francisco Garzón. «Cuando entres, hazlo por la vía dos», le indica el interventor. «No te oigo bien», responde el maquinista antes de que se pierda la comunicación y se produzca el descarrilamiento. Martín reconoció ayer a los medios que llamó por el teléfono corporativo a Garzón para indicarle que cuando llegara a Pontedeume (La Coruña), entrara por la vía más próxima a la estación, de las dos que hay, para facilitar la salida de una familia de viajeros con hijos. La localidad está situada a unos 15 kilómetros del destino final de la línea, Ferrol.