Dos Hermanas
El jurado considera culpable al parricida de Dos Hermanas pero concluye que actuó enajenado
Un jurado popular ha declarado por unanimidad este martes culpable de tres delitos de asesinato a Luis Miguel Briz Torrico, acusado de matar a sus padres y a su hermana en una vivienda unifamiliar de la localidad sevillana de Dos Hermanas el día 28 de febrero de 2013, pero le ha aplicado la eximente completa de enajenación mental. En un veredicto hecho público en la mañana de este martes en la Audiencia Provincial de Sevilla, el jurado ha considerado culpable por unanimidad al acusado de haber causado "intencionadamente"la muerte de sus tres familiares y ha rechazado que lo hiciera en legítima defensa, tal y como el propio imputado alegó en su declaración en el juicio.
Asimismo, ha considerado probado que, al tiempo de cometer los hechos, Luis Miguel Briz tenía anuladas sus facultades intelectivas y volitivas y padecía una esquizofrenia paranoide crónica de carácter irreversible. Los miembros del jurado, asimismo, se han mostrado contrarios a que, en la sentencia, se pueda proponer al Gobierno la concesión del indulto total o parcial para el procesado. El jurado ha considerado probado que los hechos tuvieron lugar "a hora no determinada"del 28 de febrero de 2013, cuando el acusado llegó a su domicilio y cogió un cuchillo de cocina de 19,5 centímetros de longitud y diez centímetros de hoja y "acometió de forma sorpresiva"a su hermana "con ánimo de matarla", propinándole una sola cuchillada que le provocó la muerte.
Seguidamente, los padres salieron del dormitorio de la vivienda y se encontraron con el imputado, quien, con el cuchillo todavía en sus manos, "se abalanzó sobre ellos de forma inesperada y les lanzó varias puñaladas con ánimo de causarles la muerte", de manera que primero atacó a su madre, a la que causó 28 heridas, y posteriormente a su padre, quien sufrió 14 heridas. El jurado también ha considerado probado que, al día siguiente, sobre las 19,55 horas, el acusado se personó en los juzgados de Dos Hermanas "y le dijo al funcionario que había matado a su familia y que los cadáveres se encontraban en su casa".
Una vez conocido el veredicto, la Fiscalía y la acusación particular han solicitado para el acusado 57 años de prisión por tres delitos de asesinato, aunque como consideran que en este caso concurre la eximente completa de enajenación mental, han pedido que sean sustituidos por una medida de seguridad consistente en el internamiento para tratamiento médico en establecimiento psiquiátrico penitenciario por el tiempo de la condena. De su lado, el abogado defensor del acusado, Luis López de Castro, ha solicitado que se establezca como medida de seguridad su internamiento en una clínica psiquiátrica particular que costearía el propio acusado al ser el heredero de los bienes.
Hay que recordar que, en el juicio, el acusado aseguró que mató a sus tres familiares en defensa propia porque "temía por su vida"después de ver cómo las víctimas se acercaban a él portando un cuchillo y con el objetivo de "matarle". "Si no actúo en defensa propia, el que está muerto hoy soy yo", reiteró una y otra vez.
Defensa propia
El acusado relató que el día 28 de febrero llegó a casa después de correr y, cuando entró, tanto su madre como su hermana le dedicaron "palabras insidiosas y malsonantes"y le dijeron que la casa "olía a porro", tras lo que subió a la planta de arriba, se duchó y volvió a bajar a la cocina para cenar. Una vez en la cocina, el imputado dijo que "escuchó un ruido"en el pasillo de la vivienda, por lo que salió y pudo ver a sus padres saliendo de la habitación y portando un cuchillo con el que se dirigían hacia él mientras su hermana le "agarraba", por lo que lo volvió a la cocina y cogió un cuchillo con el que acabó la vida de su familia.
"Actué rápido y en defensa propia para poder protegerme, la única forma de salvar mi vida era actuar en defensa propia", repitió el acusado una y otra vez durante su declaración, en la que precisó que, una vez muertos sus padres y su hermana, a la que acometió "de frente", colocó los tres cuerpos juntos y los cubrió con una sábana "porque los quería mucho", tras lo que limpió con detergente las manchas de sangre existentes en el vestíbulo de entrada y en el pasillo de la cocina. El acusado, que aseguró que se ha estado tomando diariamente las pastillas para su enfermedad mental desde que fue diagnosticado en 2003 de esquizofrenia paranoide, relató que, ya por la tarde, "intenté desahogarme y llorar", mientras que al día siguiente, y antes de acudir a los juzgados de Dos Hermanas a dar cuenta de los hechos, fue al centro de salud para que le curaran un corte que había sufrido durante la refriega en una de sus muñecas.
Palizas y porrazos
Durante su declaración, el acusado aseveró que la convivencia con su familia era "oscura, tenebrosa y lúgubre", por lo que "no se podía vivir en casa", y añadió que desde que tenía seis o siete años fue sometido a "palizas, tortazos, manotazos y porrazos en la cabeza", todo lo cual hacía que tuviera su voluntad "anulada". De hecho, precisó que, desde el 30 de enero de 2013, interpuso en los juzgados varias denuncias por "malos tratos". El acusado, que se definió como una persona "respetuosa"y "obediente"--"nunca cogía dinero sin permiso de ellos"--, afirmó también que las víctimas "tenían una forma de ser bastante atravesada, no era clara", ya que "me trataban de forma desquiciante y violenta, y no con cariño ni respeto".
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