Acoso sexual
El novio intenta abusar sexualmente de la dama de honor y aparece la novia
Los invitados estuvieron bebiendo y haciendo rafting y él la acompañó borracha a su habitación
Daniel J. Carney de 28 años había planeado el día de su boda, el pasado 1 de septiembre, con todo detalle: flores, tarta, invitados.... Pero sus antecedentes penales y su personalidad le traicionaron y su futura (posiblemente) mujer le encontró con los pantalones bajados encima de su dama de honor.
Daniel J. Carney de 28 años había planeado el día de su boda, el pasado 1 de septiembre, con todo detalle: flores, tarta, invitados.... Pero sus antecedentes penales y su personalidad le traicionaron y su futura (posiblemente) mujer le encontró con los pantalones bajados encima de su dama de honor.
El novio y los demás invitados llegaron días antes del enlace y se dedicaron a beber mucho alcohol y a hacer rafting en el río Delaware. Sobre las 8 de la noche regresaron juntos a un Shawnee Inn donde estaban hospedados. Una de las damas de honor de 29 años ya se encontraba entonces bastante ebria y no podía caminar sola. La novia le pidió a su prometido que la ayudase a llegar a su habitación. Los vídeos de vigilancia muestran a Carney llevándola por el pasillo, pero en lugar de a su habitación, el novio la metió en los vestuarios de hombres del hotel. Allí y según la investigación que publican varios medios estadounidenses, Carney presuntamente atacó a la dama de honor y la agredió sexualmente mientras estaba borracha. Ella solo recuerda que se despertó y se desmayó varias veces, y vio a Carney agarrándola con fuerza y posado encima con los pantalones quitados. Afortunadamente, entró la novia en ese momento y de un grito sacó al novio de la habitación.
Al día siguiente fue “un caos entre toda la fiesta de bodas”, dijo a la policía uno de los invitados. Carney inicialmente afirmó que la dama de honor inició el encuentro en el vestuario. Está acusado de agresión simple, desviación sexual involuntaria de una persona inconsciente y agresión indecente. La prueba definitiva de su culpabilidad llegó al día siguiente de la agresión cuando le envió un mensaje de texto pidiéndole perdón: “¿podemos estar tan felices como sea posible” y le instó a tomarse la píldora.
La policía obtuvo permiso de la oficina del fiscal de distrito del Condado de Monroe para interceptar una llamada telefónica el 2 de septiembre entre la víctima y Carney. Nuevamente se disculpó y admitió la interacción. En base a esto, la policía lo entrevistó y comenzó la investigación. Durante una entrevista con los agentes, Carney primero afirmó que estaba borracho y “sintió que la víctima se había aprovechado de él”, y luego cambió su historia para admitir que la agarró del brazo y la llevó al vestuario.
Pero, sorprendentemente, y según sus amigos, al final hubo boda. Carney tendrá que enfrentarse pronto a los cargos.
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