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El padre de Adou: «Hoy es el día más feliz de mi vida en siete años»
Es el tiempo que el «niño de la maleta» llevaba separado de su familia. Alí, por fin, se reencontró con su mujer y su hijo
Es el tiempo que el «niño de la maleta» llevaba separado de su familia. Alí, por fin, se reencontró con su mujer y su hijo
«Hijo de mi vida. ¿Cómo estás? ¿Cómo estás?», le preguntó una y otra vez Lucie Ouattara a su hijo Adou nada más verle. «Tras abrazarle, y besarle, rompió a llorar», relató ayer su abogado, Juan Isidro Fernández. Por fin ha podido volver a ver a su pequeño. El Área de Menores de Ceuta le devolvió ayer la tutela del pequeño de ocho años que el pasado 7 de mayo fue rescatado por la Guardia Civil del interior de una maleta, después de que su padre intentase traérselo al haber quedado solo en Marruecos tras la muerte de su abuela.
«Adou está bien, ha hecho amigos en el centro de menores. Pero lo que quería era estar con su madre. Está muy contento de verla y quiere reencontrarse con su padre y su hermana», explicaba por teléfono la secretaria de su abogado, mientras el letrado y la progenitora aguardaban la salida de prisión del padre.
«La madre está feliz y emocionada», añadía la portavoz del letrado. Sólo quedaba que el padre de familia fuera puesto en libertad. La salida de Alí Ouattara iba a ser inminente. Ayer por la mañana, antes de ir a por el pequeño Adou, la madre, junto al letrado y la secretaria, abonó los 5.000 euros de fianza que ha marcado la jueza del Juzgado de Instrucción número 5 de Ceuta para que su padre pudiera salir de prisión. Tras depositar la cuantía, recibieron el auto de puesta en libertad del padre, que aunque a priori se pensaba que estaba en el Centro Penitenciario Sevilla I, había sido trasladado a la prisión de Botafuegos, en Algeciras.
El progenitor permanecía en prisión preventiva desde el pasado 8 de mayo, primero en Ceuta y posteriormente en la cárcel de Sevilla 1, y después en Algeciras por un delito contra el derecho de los ciudadanos extranjeros, ya que fue detenido en la frontera del Tarajal poco después de que su hijo fuera localizado dentro de una maleta que portaba una mujer marroquí, que también fue detenida.
«Nos han dicho que o salía ayer o era puesto en libertad hoy», afirmó al mediodía la portavoz del abogado cuando se encontraban en el barco con destino a Algeciras. Finalmente, fue ayer. Alí quedó en libertad con cargos. Estaba muy feliz. Y es que aunque su hijo sólo tiene permiso de residencia temporal por un año, todo podría cambiar. Y además, para la familia esto ya es una gran noticia, porque no sólo llevan separados el tiempo que Alí ha estado entre rejas y Adou en el centro de menores. Es que desde hacía demasiados años no estaban todos juntos como lo que son: una familia.
Una vez en el coche, el abogado nos relata por teléfono que «están muy felices. Los tres están abrazados». Le pedimos a Isidro que le pregunte al padre cómo está. Y nos traduce: «Hoy es el día más feliz de mi vida en siete años. Por fin vamos a estar todos juntos». A lo largo de hoy partirán rumbo a Fuerteventura, aseguró el abogado. Allí les aguarda la otra hija del matrimonio. Por fin estarán juntos los cuatro.
Mientras, sigue la instrucción del caso. El progenitor de Adou tendrá que comparecer el día 1 de cada mes ante una sede judicial y tendrá prohibido abandonar el territorio nacional, según informó el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA). Por ello, deberá hacer entrega de su pasaporte dada la prohibición de abandonar el país que se le ha impuesto como medida cautelar, añadió el TSJA.
Este caso ha conseguido poner de relieve el problema existente en materia de reagrupación familiar en España. «Algo tiene que cambiar porque este tipo de casos suceden», afirmó David Fernández, vicepresidente de la Red Española de Inmigración.
Además, habrá que esperar a ver qué pasa, porque Adou sólo tiene permiso para estar en España por un año, y al padre no le han retirado los cargos. Por eso, desde la citada red han vuelto a pedir el indulto de Alí en caso de que el proceso judicial acabe en una condena, así como que se mantenga la necesidad de la libre absolución del detenido.
Y es que, tal y como afirmó Fernández en su día tras la prueba de ADN que confirmó el parentesco de Adou con sus padres, «no nos encontramos ante un criminal que trafica con seres humanos, sino como una víctima del sistema, que debe cambiarse inmediatamente, ya que condena a la separación a los hijos de las familias de inmigrantes regularizados residentes en España».
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