Desapariciones
El teléfono de Diana se silenció a las 4 de la mañana
La Guardia Civil cuenta ya con pistas fiables sobre lo que ha podido ocurrir, en las que se contemplan todas las hipótesis, incluida la del móvil económico, el secuestro o el suicidio. Las investigaciones se han topado con datos inexactos que han retrasado las pesquisas
La Guardia Civil cuenta ya con pistas fiables sobre lo que ha podido ocurrir, en las que se contemplan todas las hipótesis, incluida la del móvil económico, el secuestro o el suicidio.
La última vez que el teléfono de Diana Quer se conectó con uno de los postes de los alrededores de A Pobra do Caramiñal (La Coruña) fue a las cuatro de la madrugada del día de su desaparición, según han informado a LA RAZÓN fuentes de la investigación.
Conforme pasa el tiempo, las esperanza de hallar con vida a la joven van disminuyendo, aunque los agentes de la Guardia Civil, con los que desde ayer colaboran voluntarios, trabajan sin descanso para tratar de esclarecer esta «extraña desaparición».
Los investigadores cuentan ya con algunas pistas de peso que todavía no han dado sus frutos. No se descarta ninguna hipótesis: la detención ilegal (secuestro), abandono del hogar de forma voluntaria, móviles económicos o que se hubiera quitado la vida. Por ello, han centrado las pesquisas en el círculo más próximo a Diana Quer, tanto en el familiar como en el de los amigos, la mayoría residentes en Madrid.
Algunos de ellos pueden ser calificados como «poco recomendables», según las citadas fuentes, que no han querido dar más detalles sobre estas personas y las razones por las que están mal conceptuadas.
Se trata de determinar si alguno de ellos se desplazó a la zona en la que pasaba sus vacaciones Diana con su madre y con su hermana; o la llamaron para que se desplazara a algún lugar, para una cita.
En cualquier caso, confían en que, en algún momento, se halle un hilo del que se pueda tirar para poder saber qué es lo que pasó aquella noche, cuando Diana desapareció tras asistir a las fiestas de la localidad.
La impresión de los agentes es que lo que haya podido ocurrir ha sucedido en la zona y que Diana no llegó a alejarse demasiado del pueblo y de su casa, aunque no se puede descartar lo contrario. La última vez que su móvil se «enganchó» con un poste telefónico fue a las cuatro de la mañana. Antes había hecho algunas llamadas y enviado mensajes, pero a partir de esa hora no se ha detectado ningún movimiento. Dada la orografía del terreno, continúan las investigaciones por si hubo algún otro movimiento que, de momento, se descarta.
En el caso de que hubiera sido retenida contra su voluntad, los captores podrían haber arrojado al mar el aparato, aunque se cree saber que tenía poca batería y se apagó, un factor que hace todavía más extraña la desaparición.
No se entiende que una joven que llevaba muy poco dinero, si es que no se había gastado los 20 euros que le dio su madre para las fiestas; sin documentación y sin teléfono, no regresara de inmediato a su casa para acostarse o incluso si su voluntad era la de continuar participando en las fiestas.
Los investigadores de la Guardia Civil trabajan con la cautela que requiere el caso y han comprobado que algunas de las personas que, por su condición, debían colaborar para tratar de encontrar a Diana, han dado informaciones que más que ayudar han retrasado los trabajos. Es un dato a tener en cuenta, junto a otros que por el momento se mantienen en el más absoluto secreto, ya que no parecen afectar directamente a las pesquisas pero que dibujan un ambiente poco acogedor en el que se tenía que desenvolver Diana Quer.
Lo importante, subrayan las fuentes consultadas, es que los agentes de la Benemérita, pertenecientes a la Unidad de Policía Judicial de la Comandancia de La Coruña y a la Unidad Central Operativa (UCO), cuentan con esas evidencias y pistas para poder seguir trabajando. Confían en que, en cualquier momento, se logre encauzar la investigación en la línea correcta y que se produzca en el plazo más breve posible, porque son muchos los días que lleva desaparecida Diana.
La primera batida civil
Una treintena de personas participaron ayer en la primera batida ciudadana coordinada por la Guardia Civil en A Pobra do Caramiñal. Dividos en grupos de entre cuatro y cinco ciudadanos, su misión es ayudar a hallar cualquier indicio que aporte alguna información sobre el paradero de Diana Quer. En total se han ofrecido como voluntarios un centenar de vecinos, que se irán sumando a los próximos rastreos. Unas batidas que se suman a la investigación y búsqueda de Diana. «La investigación sigue en curso. No hay ninguna información nueva», precisó el padre. «A las batidas no nos vamos a sumar la familia. Pero sí agradecemos enormemente al concello de A Pobra y a la buena gente de estos entornos su colaboración desinteresada» por ayudar a encontrar a Diana Quer, de la que no se tienen noticias desde hace 12 días.
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