Comunidad de Madrid
Enfermeras que atendieron a García Viejo acababan de llegar de vacaciones y no recibieron formación
El Consejo General de Enfemería ha presentado este martes un informe sobre las actuaciones realizadas en la atención de pacientes con ébola en España, en el que han concluido que los protocolos, la formación y el entrenamiento de los profesionales han sido “insuficientes” y que se han vulnerado varias leyes.
El Consejo General de la Enfermería ha denunciado que varias de las enfermeras que atendieron al misionero fallecido por ébola Manuel García Viejo acababan de llegar de vacaciones y no recibieron la formación adecuada. De las seis sanitarias que trataron al misionero, sólo cuatro recibieron un curso de formación de 20 minutos y, de ellas, dos fueron informadas de cómo ponerse el traje de protección. El presidente del Consejo, Máximo González Jurado criticó que no se haya contado con los profesionales para elaborar el protocolo de actuación y anunció que se van a personar ante la fiscalía para aportar toda la información recopilada y que se “esclarezca la verdad”, ya que entienden que puede haber responsabilidades en el ámbito laboral, penal y civil patrimonial. Asimismo, opinó que los cursos de formación que están realizando miembros del Ejército han llegado muy tarde, aunque declaró que “Ahora estamos infinitamente mejor preparados que hace 15 días.
Para González Jurado será imposible determinar la causa del contagio de la auxiliar de enfermería Teresa Romero porque influyen muchísimos factores y recalcó que las repatriaciones son una cuestión moral en la que no va a entrar pero solocitó que la próxima vez deben asegurarse de que se van a hacer bien las cosas.
El presidente de los enfermeros realizó estas declaraciones durante la presentación de los resultados de la investigación realizada por el Consejo con motivo de la crisis del ébola en España, en la que dijo que Sanidad no tiene ninguna responsabilidad en los problemas que ha habido porque no tiene competencias y señaló a la Comunidad de Madrid y más concretamente al consejero de Sanidad, Javier Rodríguez, al que volvió a pedir que dimitiera.
En cuanto al informe, concluye que los protocolos, la formación y el entrenamiento de los profesionales han sido “insuficientes” y que se han vulnerado varias leyes. El texto revela las deficiencias que se han producido al formar a los profesionales que debían atender a estos pacientes y “que no se ha hecho lo posible por minimizar un posible riesgo de contagio”.
El estudio indica que “los profesionales sanitarios no han recibido una formación, capacitación, entrenamiento en información acorde con las circunstancias y el trabajo que tenían que desarrollar”. Sobre el uso obligatorio de protección, recuerdan que protocolo del Ministerio de Sanidad deben ser impermeables, “sin embargo, los profesionales de la unidad de amenaza bacteriológica del SAMUR detectan que esa parte del EPI -Equipos de Protección Individual- no se cumple, ya que las «piernas» usadas hasta el momento no son impermeables”. Tampoco disponían de mascarillas antivaho. Además, lamentan que los trabajadores expuestos a la enfermedad “estén en contacto con los contenedores, durante su traslado hasta las esclusas y en la propia esclusa, donde el contacto, debido a las dimensiones de la misma, se hace muy cercano. Tampoco existe, dicen, “una persona responsable de la supervisión del manejo de los residuos.
El Consejo General de la Enfermería afirma que las enfermeras afectadas y los responsables de los trabajadores en materia de salud pública (delegados de prevención), no han sido consultados y por lo tanto no han participado activamente en el marco de todas las cuestiones que afectan directamente a la seguridad y a la salud en su puesto específico de trabajo con pacientes de ébola”. Así, se podrían solucionar algunos aspectos, entre ellos, “cómo se debe actuar en el caso de que un profesional sanitario se desmaye como consecuencia del intenso calor que dan los trajes de protección”, dijo González Jurado.
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