Aeronáutica
España entra en la élite europea de la observación espacial
El lanzamiento del satélite español Paz, que estaba previsto para mañana desde la base aérea militar de Vandenberg (Estados Unidos), volvió a aplazarse hoy.
El lanzamiento del satélite español Paz, que estaba previsto para mañana desde la base aérea militar de Vandenberg (Estados Unidos), volvió a aplazarse hoy.
El lanzamiento del satélite español Paz de observación de la Tierra, que estaba previsto para mañana desde la base aérea militar de Vandenberg (California, EE.UU.), volvió a aplazarse hoy.
Hisdesat, propietaria, operadora y explotadora del satélite, ha informado de este nuevo retraso, después de que el viernes se hubiera aplazado la primera fecha de lanzamiento prevista, que era para hoy, sábado 17 de febrero.
Hisdesat ha confirmado que el satélite se encuentra en perfectas condiciones y ha detallado que el retraso se debe a pruebas de verificación de la compañía SpaceX, que es la encargada del cohete que transportará el satélite. Por ahora no se conoce la nueva fecha para el lanzamiento.
El lanzamiento del satélite se ha aplazado en varias ocasiones, la última este viernes, cuando se comunicó que el despegue se posponía un día para "permitir la realización de pruebas adicionales del sistema antes del lanzamiento".
Un cohete «Falcon 9» de la compañía Space X es el encargado de poner en órbita el que podría considerarse como el primer satélite espía español. Su nombre es Paz y después de varios años en un almacén, será una herramienta clave para las Fuerzas Armadas, que contarán con un sistema capaz de obtener imágenes en alta resolución de cualquier punto de la Tierra, de día, de noche y en cualquier condición meteorológica.
España se convertirá, tras Italia y Alemania, en el tercer país europeo en disponer de esta tecnología.
Y es que Paz está dotado de un radar de apertura sintética (SAR, por sus siglas en inglés), capaz de tomar más de 100 fotografías diarias de la superficie terrestre con una resolución de hasta un metro. Al día, dará 15 vueltas al planeta a 514 kilómetros de altura y en una jornada cubrirá todo el globo terráqueo. ¿Qué significa eso? No sólo que se podrán obtener imágenes de un punto concreto de la Tierra en menos de 24 horas, sino que la calidad de éstas permitirá ver hasta el modelo de un coche en la carretera, algo clave para las operaciones militares.
Pero no sólo servirá a las Fuerzas Armadas, pues este satélite está pensado también para uso civil y entre sus aplicaciones se incluyen el control de fronteras, la evaluación de catástrofes, la vigilancia marítima, la cartografía o la gestión de las superficies cultivadas. Son sólo algunas de las tareas que realizará durante sus entre cinco y siete años de vida útil.
Una vez en órbita y tras unos meses de estabilización, el Paz estará plenamente operativo. El satélite se controlará en tierra desde el Centro del Instituto Nacional de Técnicas Aeroespaciales (INTA) de Madrid, el cual estará apoyado por un centro de «respaldo» en Maspalomas (Gran Canaria), por si fuese necesario mantenerlo en caso de fallo del centro principal. Mientras, el Centro de Sistemas Aeroespaciales de Observación de la madrileña base de Torrejón será el encargado de archivar y explotar las imágenes solicitadas por los usuarios de Defensa. Permitirá, según explicó el director general de Armamento y Material, teniente general Juan M. García Montaño, «mayor libertad de acción y cierto grado de autonomía estratégica» en las operaciones militares.
Y todo, en un satélite de cinco metros de longitud, 2,4 de diámetro y 1.400 kilos que ha costado 160 millones de euros y al que ya hay quien ha bautizado como «el murciélago», por su capacidad para tomar imágenes diurnas y nocturnas con la misma calidad y nitidez.
Pero el camino hasta llegar al lanzamiento no ha sido fácil y ha estado plagado de retrasos desde que en 2007 el Ministerio de Defensa encargó a Hisdesat el reto de dotar a nuestro país de una total autonomía en la observación del planeta. De hecho, el satélite tenía que haberse puesto en órbita en 2012 desde el sur de Rusia, pero los conflictos políticos hicieron que en 2016 se cancelara definitivamente el lanzamiento y comenzase la búsqueda de otras opciones. Finalmente, el pasado año se llegó a un acuerdo con Space X, la empresa de Elon Musk famosa por sus cohetes reutilizables. Aunque también ha habido retrasos en los últimos meses, pues la primera fecha prevista para su despegue era el 30 de enero. Varios problemas técnicos la aplazaron hasta el pasado día 10 y volvió a retrasarse hasta mañana. Finalmente, el lanzamiento se ha fijado para mañana. Por ello, para evitar más pérdidas (aún hay un procedimiento abierto para recuperar el dinero pagado a la empresa rusa Kosmotras por no lanzar el satélite), los propietarios de Paz han suscrito un seguro por si algo falla.
Será a las 15:17 hora española de mañana cuando el «Falcon 9» lo ponga en órbita, algo que podrá comprobar la titular de la cartera de Defensa, María Dolores de Cospedal, desde las instalaciones del INTA en la ciudad de Madrid, debido a que los últimos aplazamientos impidieron que se pudiera desplazar hasta la base californiana de Vandenberg. El Paz, junto con el Ingenio (que se espera lanzar en 2019 para un uso más civil), forman parte del Programa Nacional de Observación de la Tierra por Satélite (PNOTS) y de él podrán beneficiarse, además de otros ministerios como el de Interior, Fomento o Medio Ambiente, las comunidades autónomas y los ayuntamientos del país.
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