Violencia de género

«Esta lucha exige unidad de acción de todos los implicados más que coordinación»

La lucha contra este problema desde las instituciones fue abordado por expertos de distintos campos: policial, judicial y político. La respuesta a este problema, concluyeron, ha de ser integral y responsabilidad de todos

Los ponentes de la mesa redonda sobre «la lucha contra la Violencia de Género desde las instituciones». Nadia Álvarez, Santiago Carrasco, Pilar Llop y Joaquín Delgado
Los ponentes de la mesa redonda sobre «la lucha contra la Violencia de Género desde las instituciones». Nadia Álvarez, Santiago Carrasco, Pilar Llop y Joaquín Delgadolarazon

Al finalizar la intervención de la delegada del Gobierno, el II Foro Sobre la Violencia de Género de LA RAZÓN prosiguió con un debate enfocado a debatir sobre el papel que deben jugar estas instituciones para hacer frente a este problema.

Al finalizar la intervención de la delegada del Gobierno, el II Foro Sobre la Violencia de Género de LA RAZÓN prosiguió con un debate enfocado a debatir sobre el papel que deben jugar estas instituciones para hacer frente a este problema y en el que participaron Nadia Álvarez, portavoz de la Comisión de Mujer y diputada por el PP en la Asamblea de Madrid; Santiago Carrasco, comisario jefe de la Unidad Central de Familia y Mujer de la Policía Nacional; Joaquín Delgado, director general de Relaciones con la Administración de Justicia y representante del Ministerio de Justicia en el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género, y Pilar Llop, diputada por el PSOE en la Asamblea de Madrid.

La violencia de género es un problema que nos atañe y nos afecta a todos. Por esto, además de la concienciación de los ciudadanos, se necesita también la implicación de todos los poderes públicos, así como todas las asociaciones y organizaciones civiles. En los últimos años se ha trabajado mucho en materia legislativa y judicial para hacer frente a este ataque de los derechos de la mujer que supone la violencia machista, lo que ha creado, en palabras de Joaquín Delgado, «una gran estructura con capacidad para abordar este problema social». Pero aún queda mucho por hacer. El representante del Ministerio de Justicia afirmó que el Poder Judicial aporta actualmente tres elementos esenciales: prevención, represión y protección a la víctima. «Si somos capaces de condenar de forma efectiva a los maltratadores, favoreceremos la prevención y al mismo tiempo protegeremos a la mujer maltratada», señaló Delgado.

La aprobación del Pacto de Estado contra la Violencia de Género supuso un punto de inflexión en la lucha contra una lacra social que al año asesina a más de 50 mujeres en España, y nació para corregir algunos puntos que necesitaban un retoque. Fue aprobado el pasado mes de septiembre con el voto a favor de todos los grupos parlamentarios, excepto Unidos Podemos, que decidió abstenerse.

Nadia Álvarez lamentó que las nuevas formaciones políticas traten de «feminizar los partidos» y que los grupos políticos más extremistas utilicen la violencia machista como un «arma arrojadiza». Pilar Llop mantuvo que estamos en un momento muy importante para derrotar al machismo y somos «testigos privilegiados» de un movimiento social que reivindica los derechos de las mujeres. La portavoz de la Comisión de Mujer puso como ejemplo la red de atención integral de la Comunidad de Madrid, que día a día ayuda a las víctimas poniéndo a su disposición una veintena de centros residenciales y psicosociales, y más de 50 puntos que realizan acciones de carácter preventivo y de sensibilización.

Los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado realizan un enorme esfuerzo diario para hacer frente a la violencia que sufren las mujeres. En el año 2015, la Policía Nacional creó la Unidad de Familia y Mujer (Ufam) con el objetivo de prestar atención especializada y personalizada a las víctimas de violencia de género, doméstica y sexual. Este servicio, compuesto no sólo por policías sino también por psicólogos y abogados, une las antiguas unidades con competencias en esta materia, por lo que para Santiago Carrasco la clave está en «estar unidos» y no tanto «en estar coordinados». «No podemos hacer nada si la Policía Nacional se encuentra sola», afirmó. Al mismo tiempo, el comisario jefe recordó que la Ufam tiene el rango de unidad central, un estatus que es igual al de otras dedicadas a la lucha contra el crimen organizado, el narcotráfico o la corrupción, por lo que posee el máximo rango operativo posible, lo que demuestra el «enorme compromiso de la Policía Nacional en esta cuestión».

Evaluación del riesgo

Determinar las situaciones de riesgo que pueden sufrir las víctimas y encontrar las medidas necesarias para su protección resulta vital. Pero no es tan sencillo como en un principio puede parecer. Según la diputada por el PSOE en la Asamblea de Madrid, el riesgo es una cuestión «muy escurridiza» y valorarlo tiene una dificultad «muy alta» para no crear falsas expectativas. Asimismo, recordó que la valoración policial del riesgo no siempre era acertado porque muchas mujeres que finalmente fueron asesinadas por sus parejas fueron consideradas como riesgo bajo o medio. En este sentido, el comisario de la Ufam aseguró que la Policía evalúa el riesgo de todas las denuncias recibidas, y que el cuestionario que realiza el agente a la víctima es completamente objetivo al haber sido fruto de años de estudio, análisis y trabajo con varias universidades y otras organizaciones y centros cualificados.

Si queremos eliminar la violencia de género de nuestra sociedad, debemos trabajar firmemente en la educación. Esta fue una de las conclusiones más evidentes que contó con la completa unanimidad de los cuatro ponentes. En los últimos años se ha producido un cambio de mentalidad en buena parte de la población hacia la violencia de género. Aun así, se está produciendo un repunte del machismo en las nuevas generaciones. Joaquín Delgado mostró su preocupación respecto a los más jóvenes porque «están recibiendo un mensaje equivocado por las redes sociales que provoca su radicalización».

Álvarez apuntó que esa educación debe tener su punto de partida en edades tempranas, y que los medios de comunicación y las campañas publicitarias son indispensables para concienciar a la sociedad de la lucha contra el machismo. «Me gustaría que los medios mostrasen la cara del maltratador entrando en prisión y que la gente se dé cuenta de que quien la hace, la paga», concluyó con rotundidad.