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Gabriel: La investigación se centra en el círculo familiar del menor
Los agentes comprueban los historiales de las personas alojadas en hoteles de la zona cuando desapareció Gabriel
Los agentes comprueban los historiales de las personas alojadas en hoteles de la zona cuando desapareció Gabriel.
El «segundo» círculo familiar del niño Gabriel Cruz prioriza en estos momentos las investigaciones de la Guardia Civil para dar con su paradero, según han informado a LA RAZÓN medios próximos a la investigación. Las autocaravanas y furgonetas utilizadas como viviendas; y las cinco horas en que estuvo inactiva la pulsera magnética (que coinciden con el tiempo en que desapareció Gabriel) que llevaba el individuo, ahora en prisión, que seguía a todas partes a la madre del niño, son otras de las líneas que no se dejan, en ningún momento.
En los citados medios se ha reconocido que los agentes se enfrentan a un asunto muy complicado en el que, como pasó con Diana Quer, cualquier detalle ha de ser tenido en cuenta porque lo que en un momento puede parecer insignificante, cobra una gran importancia después, unido a otras evidencias.
La zona en la que se produjo la extraña desaparición de Gabriel, en medio de un parque nacional con playas sin hoteles (a diferencia de otros enclaves costeros de España), se presta al turismo «natural» en el que es habitual el uso de autocaravanas.
La posibilidad de que los ocupantes de uno de estos vehículos, después de haber visto al niño por la zona varias veces, decidieran raptarle con fines indeterminados no se puede descartar. Como no se estableció una «operación jaula», dadas las circunstancias en las que fueron comunicados los hechos a las Fuerzas de Seguridad, se trata de una de las hipótesis más preocupantes por la lejanía en la que, pasados los días, se podría encontrar el niño.
Además, según ha trascendido, algunos testigos afirman haber visto el día de la desaparición de Gabriel una furgoneta blanca que entró al pueblo desde la carretera de Campohermoso-Las Negras y se paró en el cruce con el camino de la casa de la abuela del niño. Al parecer, existen testigos que han aportado todos los datos a la Guardia Civil. Por lo que se dice, no era una autocaravana sino una furgoneta más pequeña, en la que se podía esconder sin problema a Gabriel.
Sin embargo, los investigadores, por datos que no se revelan, priorizan la línea del «segundo» círculo familiar de Gabriel.
La Guardia Civil investiga a todas las personas, sin que ello suponga que existe alguna acusación contra ellas; el posicionamiento de sus teléfonos; vehículos que tienen; en dónde se encontraban el día de la desaparición, etcétera.
Hay investigadores que se inclinan más por la segunda línea porque en muchas desapariciones, al final se han topado con la presencia de un familiar, más o menos cercano, como supuesto culpable de hechos delictivos de este tipo.
Sobre la camiseta y su hallazgo por la novia del padre, entre cerca de mil personas que participaban en una batida (lo que no deja de ser una casualidad); una prenda que el niño no llevaba ese día; que estaba seca cuando tenía que estar mojada, en una zona que ya había sido investigada....las fuentes consultadas no han querido hacer ningún comentario. Confirman que se buscan todos los rastros de ADN que puedan haber quedado en la prenda.
También se están comprobando los historiales de las personas que estaban alojadas esos días en hoteles y casas rurales de la zona, algunos de ellos extranjeros, por si tienen antecedentes de pederastia o delitos similares en sus paises de origen.
Por lo que respecta a la pulsera magnética que llevaba el individuo que acosaba a la madre de Gabriel, precisamente para evitar que se acercara a ella, la Guardia Civil trata de lograr una explicación a los motivos por la que fue desactivada durante cinco horas, que coinciden con el plazo de tiempo en que desapareció Gabriel.
El pasado 27 de febrero, el niño se encontraba en Las Hortichuelas. Al día siguiente, no tenía clase en el colegio y su padre, separado de su madre, lo había llevado a pasar el puente del Día de Andalucía a casa de su abuela Carmen, en Níjar. En torno a las 15:30 horas, el pequeño le pidió a su abuela ir a la casa de dos amigos. Aunque a regañadientes, le dejó ir, pero Gabriel nunca regresó.
Hoy, tras once días desaparecido, sobre el terreno quedan 106 profesionales apoyados por una quincena de voluntarios que se han dividido en 13 grupos para peinar la zona en un radio de 12 kilómetros desde el punto donde se le vio por última vez.
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