¡Gracias, Amaya!

Cuando Pau Gasol ganó su primer anillo de campeón de la NBA, Amaya Valdemoro ya había estado allí y había sido tres veces campeona. Es un detalle para contextualizar la dimensión del Personaje del Año en la VI edición de los Premios Ussía. Amaya es mucho más que la mejor jugadora española de baloncesto de la historia. Es una pionera en el deporte de nuestro país a la altura de leyendas como Ángel Nieto, Severiano Ballesteros o Fernando Martín.

Hace apenas seis meses decidió dejar las pistas. Era el momento perfecto y lo hizo con su equipo de toda la vida, la Selección. Hay deportistas a los que se relaciona con clubes, a otros, los menos, los elegidos, se les vincula con el equipo nacional. «La Selección es mi equipo», asegura ella orgullosa después de vestir 258 veces la camiseta de España. Más que nadie. El adiós a «La Roja» llegó en lo más alto, en el momento en que se despiden los mejores, como campeona de Europa después de una trayectoria de casi 20 años en la que lo ganó todo y en todos los sitios.

Amaya cambió el destino de la Selección y lo hizo tanto por su talento como por su mentalidad y su capacidad de trabajo. En el cuerpo de una excepcional jugadora habita una competidora tenaz que situó el baloncesto femenino español en otro nivel. Su compromiso estaba acorde con su talento y por eso siempre estuvo entre las mejores. Amaya está aprendiendo ahora a vivir sin las zapatillas, sin el chándal, sin la camiseta de tirantes y sin el olor a vestuario. Se ha adentrado en los proyectos de la Federación con la misma pasión que mostraba en la pista. El programa «Universo Mujer», la candidatura para el Mundial 2018, el impulso del baloncesto femenino del que presume como embajadora vitalicia... El Personaje del Año de los Premios Ussía recibirá el próximo martes el reconocimiento de todo el baloncesto español a una trayectoria admirable. Antes, en LA RAZÓN, hizo todavía un poco más grandes los Premios Ussía.