Hasta siempre, compañero

Xavi Prats, periodista que perteneció a la familia de LA RAZÓN, falleció ayer junto a su mujer y la madre de ésta en un trágico accidente de tráfico.

La vida y la muerte apagan y encienden luces sin pedir permiso ni avisar. Al igual que la luz nos lleva hacia la alegría, la oscuridad nos traslada hacia la tristeza y la pena. Y ese es el amargo sentimiento en el que todos y cada uno de los miembros de la familia de LA RAZÓN nos sumimos ayer cuando conocimos la triste noticia del fallecimiento de uno de los nuestros, Xavi Prats, que nos dejó por un fatal accidente de tráfico en la provincia de Soria.

Un maldito monstruo metálico se cruzó en su camino y sesgó de golpe la vida de una persona buena, sin aristas, de mirada cristalina y sonrisa verdadera. Junto a él, también quedaron en el asfalto su mujer, Teresa Nebot, amorosa madre, siempre dispuesta a entregarse a los demás, y la madre de ésta, María del Carmen del Valle, que les acompañaba por desgracia en ese instante.

Cada vida perdida deja siempre un vacío, que vamos rellenando con el paso del tiempo. En el caso de Xavi, el oscuro agujero que ha dejado no tiene fondo. Ahora recordamos a la persona y al profesional que fue: capaz, honrado y sensato.

Comenzó su trayectoria, tras licenciarse en Periodismo en la Universidad de Navarra, en la agencia Europa Press, donde dio sus primeros pasos profesionales antes de saltar al diario económico «La gaceta de los negocios». Tras unos años se incorporó a la sección de Tribunales de LA RAZÓN. En nuestra redacción dejó una huella imborrable entre todos los compañeros de las secciones en las que compartió trabajo y momentos: además de Tribunales estuvo en Sociedad, Madrid, Autonomías, Internet y Economía. En todas ellas dio muestras de su capacidad de trabajo, de su personal y acertada manera de resolver problemas y de su calidad humana. Es fácil recordar aquella serenidad pausada que desprendía en una conversación cara a cara, tras la que te acababa convenciendo de que la razón era suya. Desde 2011 ocupaba el cargo de jefe de Comunicación de Fomento de Centros de Enseñanza, y era profesor de Comunicación Digital en el Centro Universitario Villanueva. Es inimaginable el dolor que puede sentir su familia, tan numerosa como unida siempre en lo bueno y en lo malo, y lo único que podemos hacer es acompañarles y confortarles en la pena. Teresa y Xavi dejan seis hijos y la mayor de las tristezas.

Descansa en paz querido compañero. No hay mejor forma de recordarte que con tus palabras de entrada en redes sociales. «Padre, periodista, creativo, analista, asesor y DirCom. Comunica que algo queda».