Solidaridad
Herramientas y un diagnostico precoz, claves para tratar el TEA
La Caixa contribuye al desarrollo de niños con autismo financiando programas específicos
La Caixa contribuye al desarrollo de niños con autismo financiando programas específicos.
La Asociación malagueña de Síndrome de Asperger y Trastornos del Espectro Autista (TEA), a través de su Unidad de Atención Temprana especializada en TEA, y junto con el apoyo de la Obra Social La Caixa, está desarrollando una labor orientada a la dotación de herramientas a niños con dichos trastornos, para que ellos mismos puedan poner en práctica sus habilidades básicas y así el pronóstico pueda ser lo más favorable posible.
Entre los cero y los seis años, es cuando se produce el mayor número de conexiones cerebrales, por lo que esa franja de edad es clave a la hora de llevar a cabo una intervención en niños que sufren TEA. Además, con la escolarización, es cuando más evidentes y detectables son los comportamientos y las actitudes que pueden hacernos levantar sospechas.
El trabajo se inicia con una primera entrevista con la familia para poder recoger toda la información acerca del niño. A su vez, se le realiza una evaluación de todas las áreas: motora; psicomotricidad fina y gruesa; cognitiva y perceptiva; lenguaje y comunicación; y autonomía. Con esto, se conoce el nivel de desarrollo en cada una de ellas. «Se trata de una escala, que consiste en una serie de ejercicios y pruebas que nos dan un perfil del niño a partir del cual podemos ver si se desvía de la media y en qué aspecto concreto se desvía», explica Elena Pita da Veiga, neuropsicóloga de la asociación malagueña. A partir de ahí, los profesionales de la entidad elaboran un programa de intervención individualizado. Se requiere la participación activa de la familia para que traslade lo adquirido a su entorno. Además, se concreta en un sesión semanal de 50 minutos de carácter individual, en la que se trabaja el desarrollo de todas las áreas. Y otra sesión grupal, con la que se pretende fomentar las habilidades sociales y de comunicación del niño, junto con otros aspectos tales como el saber respetar los turnos, escuchar a los demás...
Todo este trabajo se desarrolla con la ayuda de pictogramas que retiran ese apoyo visual y, a través del juego «se logran cambios y progresos muy notables, que si bien llega al programa con mucha rigidez y un nivel elevado de frustración, evoluciona significativamente llegando incluso a jugar de forma espontánea con el grupo», asegura Pita da Veiga. Además, el equipo de profesionales que trabaja en este programa integrado por un psicólogo, un logopeda, un trabajador social y un fisioterapeuta, también desempeña una labor importante con las familias, tanto de forma grupal como individual, a las que además se les acompaña durante todo el proceso. Este programa ha atendido en este último curso ya a 15 niños, es gratuito para sus usuarios, quienes solo han de pagar una cuota de asociado.
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