La Coruña vence a la lluvia en una noche mágica con el fuego como protagonista

Las fiestas de San Juan en la capital herculina han tenido su momento álgido con las habituales hogueras que han llenado unas atestadas playas de Riazor y Orzá

Más de 100.000 personas han ganado la batalla a la lluvia en La Coruña para saltar las hogueras de San Juan, en una noche mágica en la que la tradición y el fuego han llegado de la mano a una de las fiestas más antiguas de la ciudad.

Las fiestas de San Juan en la capital herculina han tenido hoy su momento álgido con las habituales hogueras que han llenado unas atestadas playas de Riazor y Orzán a partir de la medianoche.

El tiempo no ha acompañado, con el cielo cubierto durante toda la jornada y varios chaparrones que han caído cerca de la noche, que no han evitado que infinidad de coruñeses participasen en la fiesta de la playa, mermada en torno a las tres de la madrugada por la marea alta.

Cientos de globos impulsados por el fuego en el aire han servido para dar el pistoletazo de salida a una noche de ensueño con todo el mundo ya seco después de que cesase la lluvia en torno a las nueve de la noche.

A continuación han empezado las llamas en las hogueras, que poco a poco han aparecido en los arenales hasta que la luz en la playa emulaba al sol y no han sido pocos los que han pasado más calor que durante los mejores días del verano.

El paseo marítimo de la ciudad ha contemplado una postal idílica con cientos de hogueras que parecían miles al verse reflejadas en el mar, que estuvo como un plato durante toda la velada.

Muchos han sido los que se han atrevido a saltar, como manda la tradición, las llamas para ahuyentar las "meigas"durante un año entero y otros han preferido quedarse en el paseo marítimo, también plagado de gente, para observar todo lo que sucedía.

En torno a la medianoche ha ardido la falla "Aquarium Finisterrae", con la que se han destruido los recuerdos de las ocho ciclogénesis explosivas que causaron múltiples desperfectos este invierno en la ciudad.

Esta se componía de una bruja sobre la representación del Obelisco tras la fachada del Aquarium Finisterrae, en cuyo tejado aparecía empotrada una ballena y su quema llegó acompañada de un memorable espectáculo de fuegos artificiales.

Los espectáculos musicales también han animado una fiesta que ha contado con un dispositivo de seguridad integrado por 366 efectivos, trece ambulancias y ocho vehículos de bomberos, además de 119 policías locales y cuarenta nacionales, entre otros.

La jornada no ha registrado ninguna incidencia reseñable, aunque ha habido personas que han decidido saltarse las normas de seguridad y se han bañado en el mar durante la noche, algo que estaba estrictamente prohibido.

Durante el día no han sido pocos los que han recolectado las siete hierbas diferentes que han dejado en el agua de siete fuentes naturales para que San Juan las bendiga de noche y poder así lavarse por la mañana con un producto que también sirve para espantar al diablo y a los seres maléficos.

Pronto tocará el turno a los efectivos de limpieza, que desde que amanezca trabajarán para conseguir que los arenales estén en condiciones para los primeros bañistas de la mañana.