Sevilla

La inspección durará entre tres meses y un año

Entre ayer y el pasado viernes se fueron trasladando partes del tren.
Entre ayer y el pasado viernes se fueron trasladando partes del tren.larazon

Tras recoger «in situ» todas las pruebas y tomar fotos de cada rincón del tren descarrilado en Santiago de Compostela, la Policía Científica «comenzó en la mañana (de ayer) a realizar los análisis de la dinámica funcional del aparato», como avanzó a este periódico uno de los pioneros de la Policía Científica española Salvador Ortega, criminólogo y criminalista. Una investigación que permitirá esclarecer las causas del accidente, estimando y desestimando aquellas posibles variantes que pueden o no haber tenido algo que ver con la tragedia. Esta «autopsia» a los trenes a modo de CSI tendrá también que esclarecer si este accidente hubiera podido llegar a suceder aunque no se hubiera tomado la curva a 190 km/h. El tiempo que requerirá varía. «Hay tantos factores que analizar, desde ver si la curva estaba peraltada debidamente o no, analizar las traviesas, los vagones..., que no es factible decir una fecha. Si la investigación del tren va muy bien tardarán entre tres y cuatro meses. Si no, la investigación se puede prolongar durante un año perfectamente», precisa Ortega. Sobre todo si, «en un caso hipotético se descubriera que ha habido una manipulación en las traviesas, que son las que unen las dos vías», añade.

«Durante ese tiempo –prosigue– analizarán dónde están los daños y los motivos posibles del accidente. También se esclarecerá si el fuego se originó de exterior a interior o al revés, con el fin de saber en el primer caso si hubo roce, ya que se habrían producido chispas en el exterior».

«Cuando hay un descarrilamiento lo primero que hay que analizar es la posición de las rodaduras respecto al ancho de la vía. Para ello medirán si la distancia de una rueda a otra corresponde al ancho de la vía, 1.668 milímetros, correspondiente al ancho ibérico. Si la distancia no es la correcta es porque la ruedas se han podido desplazar y el sistema de anclaje haber fallado», explica el ingeniero Miguel Cano, presidente de la Asociación de Amigos del Ferrocarril de Sevilla.

«También analizarán –prosigue– el estado de la estructura del coche y el de las ruedas. Este último aspecto les permitirá conocer cómo ha afectado al ''descarrilo'' la velocidad tan elevada a la que se tomó la curva». A su vez, se investigará si hubo o no un fallo de la vía, pero «cuando se produce un descarrilamiento por este motivo no se sale el tren del camino», aclara.

En cuanto a si el maquinista empezó a frenar tras la baliza que le avisó, Cano recuerda que «eso se sabrá con un análisis de la caja negra que permitirá conocer a la velocidad a la que iba el tren en cada punto de baliza. Así, se podrá saber a qué velocidad llegó a ir el maquinista y en qué momento empezó a frenar». «La velocidad máxima que se pone en cada tramo de la vía siempre tiene en cuenta un margen de error. Si el maquinista hubiera tomado la curva marcada a 80 km/h a 100 no habría pasado nada», aclara.

«En este tipo de accidentes también se analiza si las balonas neumáticas tienen la debida presión con el fin de descartar fallos en la suspensión. Aunque en este caso no se puede analizar porque los rodales están destrozados», concluye el presidente de la Asociación de Amigos del Ferrocarril de Sevilla.