Crimen de Asunta

La «joya» de los Porto se vende por 900.000 euros

La Razón
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Casa soleada con calefacción. Así se anuncia en dos portales digitales (Venta de Pisos y Trovit) la finca donde presuntamente fue asesinada Asunta Basterra en la tarde del pasado 21 de septiembre. Rosario Porto heredó de sus padres esta vivienda rural de 400 metros cuadrados edificados en un solar de 10.000 metros cuadrados situado en Montouto (Teo). Según se comenta en Santiago, ésta era «la joya de la fortuna de los Porto Ortega». La tarea de encontrar un comprador para la casa recae en la inmobiliaria Galicasa, que ofrece dos precios diferentes para ella dependiendo del portal web en el que se aloje el anuncio: 900.000 y 990.000 euros. A pesar de sus cinco habitaciones dobles, cinco cuartos de baño, cuatro salones, cocina, lavadero, comedor, porche, jardín, garaje, piscina, cancha de tenis, bodega y hórreo, el inmueble –dotado asimismo con calefacción y puerta blindada– se oferta en cualquier caso por un «precio excesivo», según afirma el responsable de otra inmobiliaria local, que argumenta que «ninguna de las parcelas similares que tenemos en venta por la zona superan los 470.000 euros». Quizá sea éste el motivo por el que la finca de la madre de Asunta no había encontrado comprador a fecha de 16 de septiembre, cuando su anuncio fue actualizado en las dos páginas web en las que se aloja.

A esta vivienda hay que sumar más propiedades en Santiago de Compostela valoradas en más de un millón de euros y un apartamento en Villanueva de Arosa que la abogada heredó de sus padres, según figura en el testamento registrado en 1975. Éste reconocía como heredera a Rosario. Tampoco se descarta que Asunta haya recibido algunos bienes de sus abuelos. Estas circunstancias han llevado a descartar prácticamente la hipótesis del móvil económico como causa del crimen, aunque desde distintos ámbitos se ha hablado de que la madre tenía falta de liquidez e incluso se ha llegado a comentar que no había pagado varias mensualidades de actividades extraescolares de su hija. Al parecer,esta circunstancia no fue tenida en cuenta por los profesores dado que Asunta era una alumna muy brillante. También se asegura que Rosario Porto no tenía unas cuentas bancarias muy bollantes y que le fueron devueltos varios recibos.

En los últimos dos años, Rosario Portohabía denunciado robos de joyas tasadas en altas cantidades de dinero tanto en este chalet como en su domicilio de Santiago. Según fuentes de la investigación, «habría cobrado del seguro una cantidad correspondiente a la sustracción de los objetos».