Sucesos
La Policía Nacional desmantela una de las más importantes redes de narcos de la UE
Formada fundamentalmente por británicos asentados en la Costa de Sol, iban a distribuir en el Reino Unido y Holanda 3.000 kilos de cocaína. Se trata la mayor incautación en tierra de este estupefaciente de las realizadas en Galicia desde 1999.
Agentes de la Policía Nacional han desarticulado una importante organización internacional de narcotraficantes dedicada al transporte marítimo de cocaína desde Sudamérica hasta Europa. El operativo ha permitido la detención de doce personas y la incautación de 3.000 kilos de cocaína, que iba a ser comprada por un destacado grupo de narcotraficantes asentado en la Costa del Sol, en la que ha sido la mayor incautación en tierra de este estupefaciente de las realizadas en Galicia desde 1999. Entre los doce arrestados se encuentran los transportistas de la mercancía, de nacionalidad española, además de los vendedores y compradores de la droga de nacionalidades holandesa y británica respectivamente. Los agentes del GEO interceptaron una furgoneta en la que pretendían transportar una partida de 700 kilos de cocaína hasta Málaga, siendo localizado el resto del estupefaciente en una nave industrial de Pontevedra.
Grupo de narcos británicos asentado en la Costa del Sol
Las indagaciones se iniciaron a partir de una serie de informaciones con las que trabajaban los investigadores que indicaban que un grupo de traficantes holandeses habría conseguido introducir a través de las costas gallegas una gran cantidad de cocaína. La droga, que había llegado a nuestro país en barco, permanecía oculta en Pontevedra y los narcotraficantes habían acordado su venta a una importante organización formada principalmente por ciudadanos británicos asentados en la Costa del Sol.
Tras meses de investigaciones se supo que dos traficantes holandeses se habían desplazado recientemente hasta Santiago de Compostela con la intención de mantener reuniones con la organización afincada en el sur de España. El objetivo era coordinar la entrega de la cocaína que ya se encontraría oculta en Galicia.
Adoptando grandes medidas de seguridad para evitar ser detectados, los representantes del grupo holandés propietario de la mercancía se reunieron en varias ocasiones tanto con los transportistas españoles -que trasladarían la cocaína hasta Málaga- como con el máximo responsable del grupo británico que se iba a encargar de recoger la droga.
Interceptados por el GEO
Una vez ultimados todos los detalles, se acordó el modo en el que se iba a llevar a cabo la entrega y el traslado de la droga. Los especialistas en la lucha contra el narcotráfico de la Policía Nacional, apoyados por el Grupo Especial de Operaciones (GEO), establecieron entonces un amplio y discreto despliegue operativo tanto sobre los miembros de la organización que se encontraban en Galicia, como sobre los integrantes de la organización que permanecían en Málaga.
Desde primera hora de la mañana del día en que se iba a realizar la transacción los policías vigilaron los movimientos de los investigados, que les llevaron hasta un polígono industrial de Pontevedra donde uno de los miembros de la organización permaneció a la espera en actitud vigilante. Horas más tarde subió a bordo de una furgoneta, conducida por otro de los investigados, y emprendieron la marcha junto con un turismo que hacía labores de vigilancia.
Ante las medidas de seguridad adoptadas los investigadores decidieron intervenir. Todo indicaba que la droga se encontraba en el interior de la furgoneta, por lo que fue interceptada por agentes del GEO. Fue entonces cuando el vehículo lanzadera intentó sin éxito evitar la actuación de los policías colisionando de forma intencionada contra su vehículo. Los ocupantes de ambos vehículos fueron detenidos.
En un minucioso registro de la furgoneta se pudieron localizar numerosos fardos de cocaína, con un peso aproximado de 700 kilos escondidos en un doble fondo perfectamente camuflado en la parte trasera de los asientos del conductor. Posteriormente se encontró el resto de la droga, hasta completar los 3.000 kilos incautados en la operación, en una nave industrial de Pontevedra.
De forma simultánea, agentes de la Brigada Central de Estupefacientes procedieron a la detención de los traficantes holandeses en Santiago de Compostela, así como de ocho personas más en Málaga, integrantes del grupo inglés responsable de la adquisición de la droga para su posterior distribución en España y Europa.
En los registros efectuados se han intervenido más de 1.200.000 euros en efectivo, 1.120 libras esterlinas, una pistola del calibre 9mm Parabellum, cuatro vehículos, una furgoneta y una motocicleta.
La investigación, que continúa abierta, ha sido realizada por agentes de la Brigada Central de Estupefacientes (GRECO Galicia, GRECO Cádiz y Sección IV) de la Comisaría General de Policía Judicial, del Grupo de Policía Judicial de la Comisaría de Estepona y de la UDYCO de Vigo, con la colaboración de la DEA de los EEUU y la NCA británica.
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