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La Policía sopesa una vinculación entre el narcotráfico y la yihad
La«operación Nessy» se salda con cien detenidos e incautación de hachís y armas de guerra. La organización tenía células independientes por toda España para introducir en Europa grandes cantidades de droga.
La Policía ha puesto fin a la operación «Nessy» con cien detenidos y más de 20 toneladas de hachís incautadas a una red de narcotraficantes marroquíes que tenían asentadas células independientes por toda España para introducir en Europa grandes cantidades de este estupefaciente procedentes del Magreb. Las alarmas han saltado, a pesar de que aún no existen pruebas objetivas, al detectar ciertos paralelismos con las organizaciones yihadistas, como ha sido el que tuvieran dos armas de guerra, un AK47 y un Colt M4, muy característicos de los países del Magreb, y que además es el mismo arma que utilizaron los hermanos Kouachi en el atentado contra las oficinas de la revista «Charlie Hebdo».
La operación Nessy concluye dos años después de que los investigadores iniciaran las pesquisas. En esta macrooperación antidroga se ha detectado por primera vez armas que podrían ir ir destinadas a un grupo radical, cuya segunda fase han presentado hoy en rueda de prensa los responsables policiales junto con la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, en las dependencias de la Jefatura Superior de Policía. La explicación de que esta red contara con este tipo de armas –fueron incautadas en Alovera (Guadalajara) el pasado junio– es que las necesitaran para su protección, pero a la Policía le resulta sospechoso que estuvieran embaladas. Según las investigaciones, los fusiles se enviaban desde Libia y se transportaban embalados con la droga.
Para el blanqueo y la recogida del dinero, las células empleaban hasta siete carnicerías musulmanas y otras tiendas a través de la fórmula de la «hawala», un sistema de compensación económica basado en la confianza en la que participaban mediadores a fin de no dejar rastro en transacciones bancarias. Esta estructura es propia de las redes criminales y de narcotraficantes colombianos. Según se ha descubierto, no sólo utilizaban carnicerías, sino que también una mezquita en Málaga ha sido el escenario de tal fin.
El «modus operandi»
Las células eran «estancas», es decir, cada una no sabía lo que hacía la otra ni tampoco en qué polígonos industriales o locales se almacenaba la droga. «El que recoge el hachís no es el que paga. Los que tienen el hachís no tocan el dinero», al igual que el canal del retorno de las ganancia del negocio que es asumido por otros, destacó el comisario José Luis Conde sobre este complejo entramado que «movía» al mes tres millones de euros y que contaba con células por toda España que rendían cuentas a alguna organización superior ubicada en Marruecos.
Desde allí, informa Efe, el hachís atravesaba el Estrecho de Gibraltar en potentes lanchas motoras y, una vez en tierra y según el destino desde el que luego sería distribuida –la droga no se quedaba en el mercado español– las células usaban distintos medios de transporte.
De este modo los narcotraficantes disponían desde camiones de gran tonelaje con dobles fondos o depósitos de gasolina donde ocultar la droga, y con vehículos más pequeños, una metodología que empleaban también para desplazar el hachís hasta Europa, fundamentalmente a Francia (se ha constatado el uso de grandes camiones de fruta con droga), Bélgica y Holanda.
La distribución de los detenidos en esta segunda fase es la siguiente: uno en Briviesca (Burgos), uno en Baza (Granada), 14 en Algeciras, 16 en Madrid, tres en Los Barrios (Algeciras), cuatro en Guadalajara, uno en Badalona (Barcelona), uno en Málaga, cinco en Barcelona, cuatro en Mataró (Barcelona), uno en Alhaurín el Grande (Málaga), dos en Lucena (Córdoba) y dos en Ceuta.
Las cantidades más importantes de droga se han encontrado en Alovera (Guadalajara), Alcalá de Henares y San Fernando (Madrid), con un total de 3.500 kilos; 2.300 kilogramos en Barcelona, 3.300 en Alhaurín el Grande (Málaga), 650 en Algeciras y 1.000 kilos en Madrid.
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