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Lakhan Kale no volverá a estar atado a la parada del autobús

Lakhan Kale no volverá a estar atado a la parada del autobús
Lakhan Kale no volverá a estar atado a la parada del autobúslarazon

Lakhan Kale es un niño huérfano de 9 años sufre parálisis cerebral y tampoco puede hablar y escuchar. Su abuela, que no tiene un hogar donde vivir, tuvo que encargarse de él y de su hermana hace cuatro años. Para poder subsistir, abuela y nieta venden juguetes y guirnaldas de flores por las calles de Bombay, informa CNN. Mientras tanto, Lakhan Kale esperaba, atado de pies en una parada del autobús. Era la única manera de que no se perdiera o le atropellara un coche.

"És sordo, así que no podría oír el tráfico que circula. Si corría hacia la carretera, lo matarían", declaró la abuela a CNN en junio. Sakubai explicó que el padre de Lakhan murió hace cuatro años. Su madre los abandonó y su hermana mayor escapó. Ella hizo lo que pudo vendiendo baratijas en una playa cercana para ganar un algo para poder comer. Su casa es la calle y su cama un estrecho trozo de tela tendido en el suelo, detrás de la parada del autobús en la que ataba a su nieto. Sus pertenencias caben en dos bolsas de plástico.

Esta terrible historia es una más de las que se pueden ver en India, pero este caso saltó a los periódicos y las autoridades reaccionaron después de la gran repercusión que tuvo la noticia. Meena Mutha, la trabajadora social que fue a buscar al niño y lo trasladó a un centro de menores, afirmó a CNN que ella pensaba que nadie se preocupaba por estas historias. Algo que en esta ocasión sí sucedió. Desde el primer momento, trabajó para buscar un lugar adecuado para el menor. Primero en un centro de acogida. "Era mejor que la calle, pero no es el sitio adecuado para un niño con parálisis cerebral, que necesita atención especializada", indicó.

Mutha comenzó a trabajar en el caso de Lakhan a finales de mayo, cuando un agente la llamó después de ver la foto del niño en un periódico local. Mutha no lo tuvo fácil. Después de intentar alojarlo en el único centro gubernamental para niños con necesidades especiales, en el que no había plazas libres, recibió la llamada de una familia propietaria de un albergue para nños sordomudios en un pueblo cercano a Bombay. Lakhan era el primer niño con problemas mentales en la institución pero se ha adaptado rápidamente. Una hora después de llegar, ya jugaba con los demás niños.

Ahora, Sakubai no puede ver a su nieto todo lo que quisiera, pero está feliz porque tiene un hogar y recibe los cuidados que se merece. A partir de este momento, deberá dejar de preocuparse sobre qué pasara con él cuando ella muera, pero tendrá que seguir luchando cada día para poder sacar adelante a su otra nieta.