Sanfermines
Las asociaciones feministas, divididas por los Sanfermines
Las iniciativas para mostrar el rechazo a las agresiones sexuales se suceden, pero ninguna logra el consenso de todos colectivos
Las iniciativas para mostrar el rechazo a las agresiones sexuales se suceden, pero ninguna logra el consenso de todos colectivos.
Todos los colectivos feministas están de acuerdo en que es necesario hacer algo para visibilizar las agresiones sexuales y hacer así que la población tome conciencia de la lacra social que suponen, pero en lo que no coinciden es en la manera de llevar a cabo las reivindicaciones. Y una vez más, Pamplona está en el centro de la polémica. Mientras que algunas asociaciones abogan por llevar las protestas al mismísimo «Chupinazo» de San Fermín, uno de los momentos que más atención mediática concentra en España a lo largo del año, otros grupos tachan esta acción de «oportunista». «En las últimas semanas han aparecido en las redes sociales iniciativas de dudosa procedencia, muchas anónimas y otras que, con la supuesta intención de empoderar a las mujeres, atacan a una ciudad que ha sido y es ejemplo internacional en la lucha contra las agresiones sexistas», denuncian desde el colectivo feminista de Navarra. Las pamplonicas no quieren que la imagen de su fiesta más internacional se vea empañada por unas prácticas que aseguran no son exclusivas de la capital Navarra.
Desde las manifestaciones del 8 de marzo las reivindicaciones de las mujeres cuentan con una fuerza que ha alimentado la indignación que generó la sentencia judicial del caso de La Manada. Así, las propuestas para llevar la lucha al centro de Pamplona han corrido como la pólvora durante los últimos días por las redes sociales y por los grupos de WhatsApp. Pero ninguna contenta a todas.
Para hacer notar la importancia social y económica de las mujeres en celebraciones del calibre de los Sanfermines, algunas proponían que ninguna mujer se dejase ver a lo largo de todos los festejos. Muchas replicaron que dejar de disfrutar de una fiesta marcada en rojo en el calendario no era la solución. Por eso esa opción, la más radical de las que se han puesto encima de la mesa, quedó descartada.
Entonces nació la idea de acudir al «Chupinazo» con camisetas negras, un proyecto que tampoco ha convencido del todo. Además de considerar que para las mujeres navarras vestirse de rojo y blanco los primeros días del mes de julio forma parte de su identidad, el colectivo feminista de Navarra afirma que centrarse en un único caso «invisibiliza el resto de agresiones»: «Esto no puede ser una excusa para que nuestra lucha sea instrumentalizada ni para hacer análisis simplistas». Por eso, este grupo seguirá adelante con las campañas, protocolos y reuniones que vienen poniendo en práctica desde hace años.
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