Investigación Médica
Laureano Molins: «Si la gente dejara de fumar, el cáncer de pulmón sería anecdótico»
El doctor Laureano Molins, jefe del servicio de cirugía torácica del Hospital Clínic, alerta de la dificultad de obtener un diagnóstico precoz de este tumor
–El cáncer de pulmón es una enfermedad con altos niveles de mortalidad y continúa siendo la principal causa de muerte por cáncer en el mundo, ¿a qué se debe?
–El cáncer de pulmón no es el más frecuente, como el de mama en mujeres y el de próstata en hombres, pero sí el que más mata. Y esto se debe a la baja posibilidad de intervenir a los pacientes. En España, por ejemplo, se diagnostican entre 20.000 y 25.000 casos al año y de esos sólo podemos operar alrededor de 5.000.
–¿Por qué es tan bajo el porcentaje?
–Básicamente porque el cáncer de pulmón se suele diagnosticar muy tarde. A siete de cada diez personas se les diagnostica el tumor cuando está avanzado y tiene una metástasis que ya ha invadido estructuras que no se pueden extirpar. La cirugía puede extraer partes afectadas del pulmón, de la pared torácica o del diafragma. Pero si el tumor ya ha invadido el corazón, los grandes vasos sanguíneos o las vértebras, la cirugía no está indicada.
–Entonces, ¿el gran problema para luchar contra el cáncer de pulmón es la falta de un diagnóstico precoz?
–Exactamente. Desde que acabé la carrera, en el año 1981, la esperanza de vida de estos enfermos es exactamente la misma que hoy en día. De 100 pacientes sólo continuarán con vida a los cinco años un 15%, y esto es debido al diagnóstico tardío de la enfermedad.
–¿Cómo podemos prevenirlo?
–Básicamente erradicando el tabaquismo. El 90 por ciento de los enfermos de cáncer de pulmón son fumadores o ex fumadores que han mantenido el hábito durante más de 15 años. Es cierto que se han extendido los programas de deshabituación del tabaco, pero todavía un tercio de la población española, alrededor de 15 millones, fuma. La mitad de ellos van a padecer cáncer de pulmón, de laringe, de vejiga (porque las sustancias tóxicas de los cigarrillos se eliminan también por este conducto), infarto de miocardio y falta de irrigación en las extremidades, por lo que en ciertos casos se tendrán que amputar. El que fume tiene que saber que tira una moneda al aire: si sale cara fallecerá por vejez, si sale cruz desarrollará una de estas enfermedades. Si la gente dejara de fumar, el cáncer de pulmón sería anecdótico.
–Si una persona decide dejar de fumar ¿hasta qué punto reduce la posibilidad de desarrollar un tumor en el pulmón?
–A partir de los 15 años de haber dejado el tabaco, empiezan a disminuir las posibilidades de sufrir esta enfermedad, pero el riesgo nunca desaparece del todo.
–Aparte del tabaquismo, ¿a qué factores puede deberse la aparición de los nódulos tumorales?
–Como he dicho, el 90 por ciento de los cánceres de pulmón están asociados al tabaco. Tan sólo el 10% restante tiene condicionamientos genéticos.
–¿A qué síntomas hay que estar atentos?
–El cáncer de pulmón no suele doler, lo hace si se ha filtrado a las costillas. Cuando aparecen los síntomas suele ser demasiado tarde para tratarlo.
–¿Cómo ha evolucionado el perfil de los enfermos de cáncer de pulmón?
–Antes el 90 por ciento de los pacientes eran hombres y ahora el porcentaje se ha igualado con las mujeres. La mujer se incorporó más tarde al tabaquismo y ahora se están viendo las consecuencias. De hecho, en la actualidad, fuman más las chicas jóvenes que los chicos.
–¿Y las técnicas quirúrgicas para intervenirlo?
–Las técnicas de hoy en día son mínimamente invasivas, incluso se utiliza la robótica, por lo que la recuperación del paciente es mucho más rápida. Nada que ver con la cirugía de antes, cuando se hacía una incisión desde la espalda hasta el pecho para extirpar el tumor.
–Las mamografías, el tacto rectal y el test de sangre oculta en heces son pruebas que se han generalizado y han dado muy buen resultado para prevenir varios tumores. ¿No existe una prueba preventiva para el cáncer de pulmón?
–La realización de un TAC torácico de baja radiación una vez al año a la población de riesgo (fumadores o ex fumadores de más de 15 años que ocupen una franja de edad entre 55 y 75 años) permite diagnosticar el cáncer de pulmón en sus estados iniciales. Estudios americanos han demostrado que, con un TAC anual durante tres años, el número de muertes por cáncer de pulmón se redujo en un 20% respecto a los enfermos controlados durante el mismo periodo de tiempo con una radiografía de tórax. Pero esta prueba es muy costosa y Europa todavía no la ve rentable.
✕
Accede a tu cuenta para comentar