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Los 3.948 kilómetros con elevado riesgo de sufrir un accidente
El tramo con mayor siniestralidad está en la N-320 en Guadalajara. Otras nueve carreteras acumulan el 50% de los kilómetros con peligro de siniestro.
A pesar de que en los últimos años el número de muertos en accidentes de tráfico ha disminuido, lo cierto es que todavía queda un largo camino por recorrer para frenar el goteo constante de víctimas mortales. Entre ellas, eliminar los puntos negros de las carreteras. Y es que de los más de 24.600 kilómetros que conforman la Red de Carreteras del Estado, 3.948 km presentan un riesgo «elevado» o «muy elevado» de sufrir un accidente grave o mortal. Ésta es una de las conclusiones del estudio EuroRAP publicado ayer por el RACC y el RACE. Es decir, que es en estos tramos donde entre 2011, 2012 y 2013 se registró un mayor número de accidentes para el número de vehículos que circulan por ellos al día. Y aunque es cierto que en los últimos tres años, el número de estos kilómetros negros ha descendido, al pasar del 18,4 al 16%, todavía queda mucho por hacer. «España ha mejorado respecto a las cifras de las que veníamos», «pero en cifras generales no es un descenso muy grande», puntualizó el responsable técnico del RACC, Lluis Puerto. De hecho, todo apunta a que 2014 se cerrará con un «1% más de víctimas de accidentes» que en 2013, añadió. Y es que la progresión en la mejora de la seguridad vial, con toda probabilidad, va a estancarse por primera vez tras 10 años de descensos continuados.
Donde el conductor debe especialmente prestar atención es en las carreteras convencionales, ya que los 10 tramos con mayor siniestralidad se dan precisamente en este tipo de vías secundarias de calzada única y bajo volumen de tráfico. Es en ellas donde el riesgo de tener un accidente es cuatro veces mayor que en una vía de alta capacidad. Y es que mientras en las autopistas se he reducido en un 40% el riesgo de accidente grave o mortal respecto a 2010, en las convencionales esta disminución fue del 37%.
De los 10 tramos más peligrosos, tres de ellos están en Castilla-La Mancha. El de mayor riesgo de accidente se encuentra en la N-320 entre Guadalajara y la Comunidad de Madrid. En concreto, 11,3 kilómetros de la N-320 entre Casar de Talamanca y Algete. En este tramo se registran de media tres accidentes al año, a pesar de que por estos kilómetros circulan únicamente 3.500 vehículos diarios, una densidad de tráfico considerada baja. Le sigue un tramo de 17,7 kilómetros de la N-322 en Albacete y 12,4 km de la N-401 en Ciudad Real, donde se producen 2,3 y 2,0 accidentes de media al año. El resto de tramos negros se encuentran en Castilla y León, Cataluña, Andalucía y Extremadura.
Pero en términos generales, es Cataluña la región que más kilómetros negros tiene: el 7,8%. Le siguen Castilla y León y Galicia: con un 6,5 y 6,3%, respectivamente. Todas ellas, junto a Aragón y Cantabria, tienen una proporción de tramos de riesgo «elevado» y «muy elevado» de accidentalidad por encima de la media española.
Este informe analiza también las provincias con más riesgo de sufrir un accidente, siendo Gerona la que ostenta el negativo honor de liderar el ranking. Y es que casi el 20% de sus kilómetros resultan peligrosos. Es decir, que esta provincia presenta cuatro veces más kilómetros de riesgo «muy elevado» de sufrir un accidente grave o mortal que la media de todo el país. Junto a ella, Guadalajara, Sevilla, Palencia, Huesca y Lérida tienen el triple o el doble de veces más riesgo «muy elevado» que la media de todo el país.
El informe también analiza las carreteras con más kilómetros negros. Y es que hasta 45 carreteras españolas contienen al menos un tramo negro en su recorrido; nueve de ellas acumulan el 50% (640 km) de los km de riesgo muy elevado de sufrir un accidente. Las carreteras N-260 (cornisa pirenaica), N-630 (ruta de la plata) y N-234 (Sagunto-Burgos) son las que tienen más kilómetros negros de toda la Red de Carreteras Españolas, con nada menos que 105,2, 88,4 y 87,9 kilómetros negros, respectivamente.
En cuanto a la concentración de accidentes, el informe hace especial referencia a los accidentes de moto y ciclomotor. Y concluyen que la mitad de los accidentes graves y mortales en moto ocurren en sólo 1.712 kilómetros de la red de carreteras (el 6,9%), lo cual debería facilitar las políticas de prevención. La SE-30 en Sevilla mantiene por segundo año consecutivo dos tramos entre los más peligrosos para este tipo de vehículos. No es el único, cuatro de los 10 tramos más peligrosos para los motociclistas están en Andalucía, tres en Cataluña, dos en la Comunidad de Madrid y uno en Galicia.
Eliminar los puntos negros
Por todo ello, para evitar los accidentes mortales se deberían introducir nuevas políticas de mantenimiento de carreteras. Y es que en vez de arreglar los puntos negros, debería invertirse en eliminar los riesgos potenciales en la carretera. Es decir, en vez de gastar el dinero en indicar que va a circular por un punto negro, sería mejor eliminarlo, por ejemplo. Desde el RACC recordaron que el 29% de las muertes de tráfico están protagonizadas por personas mayores de 65 años, por lo que es necesario poner énfasis en políticas de seguridad vial para la tercera edad con políticas concretas que lo aborden teniendo en cuenta las medicaciones que tomas estos conductores, nuevos requerimientos, etcétera. Máximo cuando este paradigma se va a acentuar en el futuro. Por último, recomiendan al Gobierno que se fomente un mayor uso de las tecnologías de seguridad, como el frenado de emergencia, unas tecnologías que se deberían promover a través de ayudas a la compra como las que tienen los vehículos más ecológicos.
Es decir, unas medidas que distan de los 2.976.105 euros que va a destinar la DGT en comprar 32 nuevos radares para multar los excesos de velocidad, según informó Servimedia. En concreto, 30 radares desde la carretera, a través de paneles fijos o desde un vehículo parado, y dos radares para helicópteros y un sistema de captación de imágenes MX15 con el fin de sancionar desde el aire.
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