Asturias

Los buzos desisten de entrar en el pesquero hundido por su peligrosidad

Salvamento Marítimo ha desistido de que los buzos entren en el interior del barco hundido ayer frente al Cabo Peñas hasta que éste quede o pueda ser estabilizado, aumente la visibilidad en el agua y se reduzca el oleaje.

Dos de los cuatro buzos de Salvamento Marítimo desplazados hasta el lugar del naufragio han intentado poco antes de las 13:00 horas acceder al barco hundido frente al Cabo Peñas.

No obstante, no llegaron a hacerlo por la falta de visibilidad, la presencia de redes y el estado de la mar que pueden convertir el pesquero hundido en una trampa.

Lo buzos bajaron a 30 metros de profundidad, con una visibilidad muy reducida, y casi nula cuando se encontraban a cuatro metros del pesquero hundido que se mueve mucho con el mar.

Fuentes de Salvamento Marítimo han informado de que los buzos no volverán a hacer hoy nuevas inmersiones para llegar hasta el barco, en cuyo interior se cree que pueden estar los cuerpos de los seis tripulantes que permanecen desaparecidos.

Mañana por la mañana el equipo de buzos volverá al lugar del naufragio para analizar la situación y estudiar la posibilidad de acercarse al pesquero o preparar una operación que permita estabilizarlo.

En principio, Salvamento Marítimo prevé que pasen varios días antes de que los buzos puedan entrar en condiciones de seguridad al barco que, en principio, no se plantean reflotar.

Al margen del trabajo de los buzos, las embarcaciones de salvamento y helicópteros han ampliado el radio de búsqueda de los tripulantes desaparecidos hasta las diez millas.

El Concepción Arenal, que ha llegado desde Galicia, centra la búsqueda entre Cabo Peñas y Candás, y la de Cruz Roja, hacia el este, hasta la costa de Gijón.

La niebla ha impedido también durante buena parte de la mañana que el Helimer sobrevolara la zona donde tuvo lugar el naufragio a las 5:30 horas de ayer, al chocar contra las formaciones rocosas de la Erbosa, una pequeña isla a media milla al norte del Cabo Peñas.

Según el único superviviente del naufragio, el segundo patrón del arrastrero, Manuel Simal Sande, la tripulación se encontraba durmiendo cuando el barco embarrancó.

Tras el accidente se pudieron recuperar los cuerpos del patrón de la embarcación, el portugués Francisco Gomes Fragateiro y de Manuel Indalecio Mayo Brea, natural de Muros (A Coruña).

Siguen desaparecidos los gallegos Manuel María Tajes (mecánico) y Lucas José Mayo Abeijón (marinero); el joven asturiano Marcos del Agua Chacón (alumno en prácticas); el contramaestre portugués Víctor José Farinhas Braga, y los indonesios Suherman (mecánico) y Wasito (marinero).