Los fallos que propiciaron el accidente siguen presentes

Las causas que provocaron el accidente del MD-82, que se precipitó contra el suelo en el aeropuerto de Barajas el 20 de agosto de 2008, no han sido solventadas cinco años después de la tragedia. Bien es cierto que los aviones de esa flota han sido retirados con la desaparición de Spanair, pero muchas aeronaves de este modelo fabricado por Boeing siguen volando en España. El Sindicato de Pilotos (Sepla) recordó ayer que se han producido pocos avances en este sentido.

El sindicato hizo público ayer un comunicado en el que denuncia que las recomendaciones hechas por la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (Ciaiac), recogidas en el informe final publicado hace dos años, han sido respondidas sólo en parte por los organismos a los que iban dirigidas. Tan sólo 15 de las 33 recomendaciones han obtenido respuesta, y de ellas, 6 son calificadas por la Ciaiac como "no satisfactorias". Las seis están relacionadas con los cambios en el sistema de alarma de configuración inadecuada del despegue (TOWS), una pieza que falló el día del accidente y que hubiera alertado a los pilotos de que el avión no estaba en disposición de despegar. La inaplicación de los cambios propuestos por la Ciaiac permite que sigan volando aviones MD-80 como el accidentado en Barajas sin ningún tipo de cambio en el sistema Tows.

La alarma redundante, que habría avisado de que el Tows estaba inoperativo en el momento del despegue, se ha implementado sólo en los MD fabricados a partir de los años 90, fecha en la que se cambió la normativa al respecto. Sin embargo, los aviones fabricados con anterioridad a esa fecha no han sufrido ningún cambio. De ahí, concluye Sepla, "se podrían dar las mismas condiciones para que se produzca un accidente de similares características al de Barajas". Los únicos cambios que se han producido tienen que ver con el listado de comprobaciones que tienen que hacer los pilotos en cada vuelo (en la lista del MD-82 tenía tres puntos en los que había que comprobar el estado de los flaps y los slats -dispositivos de las alas que permiten el despegue y el aterrizaje-) y se ha dado una mayor formación a los pilotos.

Fuentes del sindicato alertaron que "cualquier día nos puede volver a pasar. Estos aviones son viejos pero van a seguir volando durante 10 o 15 años más y el día en el que por el estrés, despiste o prisa del piloto se les olvide comprobar la configuración adecuada para el despegue, la alarma no les alertará y tendremos una nueva tragedia. Cuando hace 30 años un avión del la misma serie se estrelló en Detroit se pensó que con modificar las listas de comprobaciones se evitarían nuevos accidentes, pero no fue así".