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Los marineros fallecidos son dos gallegos y un marroquí

Continúan desaparecidos otros dos tripulantes del pesquero «Mar de Marín», uno gallego y otro originario de Ghana. Esta madrugada se ha producido un choque en la entrada sur de la Ria de Vigo.

Al menos tres marineros han muerto y otros dos han desaparecido tras impactar dos barcos en la entrada sur de la Ría de Vigo, mientras otros cinco tripulantes han sido rescatados con vida.

Dos de los fallecidos son gallegos y el tercero es marroquí.

Hacia las 2.45 horas de esta madrugada, una llamada a Salvamento Marítimo alertó de una colisión entre el pesquero Mar de Marín y el Baltic Breeze, un buque mercante dedicado al transporte de automóviles.

Como consecuencia del choque el primer barco se hundió y el pecio fue localizado a 57 metros de profundidad y a una distancia de 1,4 millas al sureste del islote de Boeiro, al sur de las Islas Cíes, en la provincia de Pontevedra.

El buque arrastrero, que tenía activado el sistema de identificación automática cuando chocó, fue localizado a las 12.45 horas por un grupo de buceadores con base en Fene (A Coruña), un sargento del equipo de actividades subacuáticas de la Guardia Civil y dos técnicos de la Universidad de Vigo, que rastrearon la zona con un sónar a bordo de la embarcación Salvamar Mirach.

Los desaparecidos son Manuel Domínguez Mallo, vecino de Marín (Pontevedra), y Alexander Keita, originario de Ghana.

En las labores de búsqueda intervienen cuatro helicópteros, embarcaciones de Salvamento Marítimo, Guardia Civil, Vigilancia Aduanera y la Xunta, así como pesqueros, y por tierra, efectivos de Protección Civil peinan la zona de Cabo Home, en la península de O Morrazo.

Este accidente se une a la larga lista de siniestros registrados durante los últimos años frente a las costas de Galicia y es uno de los más importantes.

El gerente de la asociación de armadores de Marín, Juan Martín, ha señalado que el pesquero estaba "en perfecto estado"y disponía de los medios exigidos para la seguridad marítima y la navegación, incluido el Sistema de Identificación Automática (AIS), que aporta la ubicación exacta y el recorrido del barco para evitar precisamente colisiones con otras embarcaciones.

El Mar de Marín, un arrastrero que entró en servicio en 1989, también contaba con una caja azul, a través de la cual se puede comprobar el recorrido que hizo, desde que salió del puerto de Vigo tras descargar, en su camino de vuelta hacia los caladeros donde faena, entre el Miño y el Bidasoa.

Martín ha abundado en que los buques arrastreros no pueden pescar en fondos inferiores a los 100 metros, por lo que en el momento del accidente iba en navegación libre y era "imposible"que estuviera realizando actividad de pesca.

El armador del pesquero, Francisco Freire Lino, ha recalcado que la tripulación tenía "mucha experiencia"y que el patrón que estaba de guardia en el puente de mando, uno de los fallecidos, llevaba entre siete y ocho años trabajando en el barco.

Freire Lino, que fue quien llevó a sus respectivas casas a los cinco supervivientes del naufragio, ha señalado que estos estaban "muy abatidos"y que le comentaron que todo fue "muy rápido", que "al poco tiempo"del impacto el barco zozobró y todos cayeron al agua, pero solo ellos consiguieron subirse a las balsas.

Tanto Martín como Freire aguardan el resultado de la comisión de investigación de accidentes marítimos, ante la que declararán los supervivientes del Mar de Marín, para conocer las causas exactas del siniestro.

El patrón mayor de la cofradía de Vigo, Julio Alonso, ha apuntado a una "maniobra extraña"como causa y el presidente de la Asociación de Titulados Náutico-Pesqueros (Aetinape), José Manuel Muñiz, ha dicho en un comunicado que ninguna de las razones habituales confluyen en este caso, pues el siniestro se produjo "en buenas condiciones meteorológicas y con buques cuya antigüedad y equipamiento no hacen suponer que puedan ser susceptibles de sufrir un accidente".

Por ello, ha pedido que la Fiscalía y la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos investiguen qué pudo haber sucedido, tanto en base al testimonio de los supervivientes como a los datos que puedan obrar en el sistema de control del tráfico marítimo.

En principio, ha avanzado Muñiz, todo apunta a "la concatenación de diversos errores humanos, por lo que los porqués a tanta inexplicable tragedia marítima habría que buscarlos en el orden laboral, ya que cuestiones como el estrés o la fatiga, de acuerdo con los informes de la Organización Marítima Internacional, pueden estar en la base de este tipo de accidentes".

La conselleira de Hacienda, Elena Muñoz, ha trasladado en persona a los familiares de los tres fallecidos, dos marineros gallegos y uno marroquí, sus condolencias y las de la Xunta, cuya titular del departamento de Medio Rural y del Mar, Rosa Quintana, se encuentra de viaje en Bruselas.