Los médicos recomiendan un protocolo de salud para los refugiados que lleguen a España

Los peligros, las fronteras y las travesías imposibles a los que diariamente miles de refugiados se enfrentan mientras tratan de huir de los conflictos que asolan sus países de origen no son lo único a lo que deben temer. Las malas condiciones de vida, la dureza del periplo migratorio y la nula atención médica que reciben hasta que llegan a Europa hacen que estos migrantes se convierta en un blanco fácil de enfermedades infecciosas. Se trata de un riesgo para la salud de los exiliados, así como para la de los ciudadanos de los países de acogida, y ante el que los gobiernos de los países con cuotas de asilo deben plantear políticas de atención integral en salud para evitar contagios en su población, así como complicaciones en la salud de los que están por llegar, según advierten desde la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) .

Desde SEIMC advierten de la importancia de crear protocolos de cribado para la detección temprana de problemas de salud entre los refugiados que llegarán en los próximos años. La recomendación no es para alarmar a la población de los países de acogida ya que "el perfil del refugiado es una persona de clase media que recibió una atención medica adecuada hasta el momento en que estalló el conflicto en su país, lo que queremos es un abordaje integral de adultos y niños que cubra enfermedades infecciosas, y también enfermedades crónicas y la salud mental", explica José Antonio Molina, infectólogo y médico del Centro de Referencia en Medicina Tropical del Hospital Ramón y Cajal.

El planteamiento, aconseja Pérez Molina, debe abordarse teniendo en cuenta "las enfermedades infecciosas de los países de origen ante los que no están inmunizados por las diferencias entre los calendarios vacunacionales, y aquellas enfermedades que puedan haber adquirido durante el viaje como consecuencia de las malas condiciones a las que se enfrentan. Ya se han atendido refugiados en Europa con fiebres recurrentes, que son casos tipicos causados por el hacinamiento en campos de concentración".

Según el Informe que Acnur publicó el pasado año, más de 50 millones de personas vivían fuera de sus países de origen a causa de la persecución, los conflictos armados, la violencia o la violación sistemática de sus derechos, la cifra más alta registrada desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. En ese mismo año, España recibió más de 5.600 solicitudes de asilo, aunque sólo se les otorgó la condición de refugiado a 385 personas.

La cuota de refugiados asignada a España por la Comisión Europea se acerca a los 15.000 por año, una cifra menor que el de población inmigrante que España recibía durante años. La diferencia para que se establezca un protocolo de atención médica específica para los refugiados se encuentra en que "el existente para inmigrantes económicos no es el que se debe llevar a cabo en los próximos años para atender a estos migrantes. Hay que tener en cuenta sus características, el gran número de refugiados y los posibles problemas psicológicos"causados por el viaje hasta su llegada a Europa.

La detección se llevaría a cabo a través de programas de cribado para inmigrantes y refugiados de una forma sistematizada. No obstante, estos programas se han cuestionado desde el punto de vista ético por lo que podría considerarse como una limitación de los derechos personales de los inmigrantes. Desde SEIMC consideran que realizar esta criba no es una amenaza en sí misma si se lleva a cabo con criterios deontológicos en el uso de los datos.